La Trilogía del Dólar. Hito del Spaghetti Western
La Trilogía del Dólar—también conocida como laTrilogía del Hombre sin Nombre— es una serie de tres películas que redefinieron el Western y que constituyeron un hito en de la evolución del cine del Oeste. Dedico esta entrada a la Trilogía del Dólar, un hito del Spaghetti Western.
Dirigida por el italiano Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood, conforman la trilogía del dólar las siguientes películas: Por un Puñado de Dólares (1964), La Muerte Tenía un Precio (1965) y El Bueno, el Feo y el Malo (1966). Estas coproducciones entre Italia, España y Alemania cambiaron para siempre las estructuras del western clásico, despojándolo de su épica moralista y dotándolo de una ambigüedad, violencia y lirismo radicalmente modernos.
La Trilogía del Dólar es mucho más que una trilogía de westerns: es una reformulación estética y filosófica del género en la que se revisita la violencia, la avaricia y la soledad. Sergio Leone, con su mirada iconoclasta, no sólo revitalizó un género moribundo, sino que forjó una nueva narrativa cinematográfica de gran influencia posterior.
Hablar de trilogías fílmicas nos daría para mucho dado que es un formato que permite a los directores explorar un universo y unos personajes que de otra forma sería imposible. Como ejemplo, véase la Trilogía Before, Antes del… del polifacético Richard Linklater.
Episodio I de la Trilogía del Dólar: Por un Puñado de Dólares
Esta película de 1964 cuya trama se inspira en Yojimbo (1961) de Akira Kurosawa —a su vez deudora del arquetipo del rōnin del cine samurái japonés— inaugura la saga que nos ocupa. Su protagonista es un pistolero solitario (Eastwood), que llega a un pueblo dividido por dos familias criminales enfrentadas. Con astucia y violencia, manipula a ambos bandos para su propio beneficio.
Segunda entrega de La Trilogía del Dólar: La Muerte Tenía un Precio (1965)
La segunda película de la trilogía ve nacer un segundo personaje, interpretado por Lee Van Cleef, que comparte protagonismo con Clint Eastwood. Ambos son cazarrecompensas que compiten —y eventualmente colaboran— para dar caza al peligroso forajido El Indio. La historia desarrolla con mayor complejidad los motivos psicológicos de los personajes y consolida el universo moralmente ambiguo de Leone.
La Trilogía del Dólar se cierra con El Bueno, el Feo y el Malo (1966)
La última cinta de la trilogía es también su obra magna. Ambientada durante la Guerra de Secesión, narra las peripecias de tres hombres —el «bueno» (Eastwood), el «feo» (Eli Wallach) y el «malo» (Van Cleef)— que compiten por encontrar un tesoro enterrado en un cementerio. La estructura narrativa coral, su combinación de épica entre el Cine Bélico y el western y su carácter casi operístico la elevan al rango de obra maestra incontestable.
Sergio Leone: iconografía, ritmo y poética de la violencia
Podríamos decir que Sergio Leone es un revolucionario del western. Si bien sus películas comparten escenarios y convenciones con las películas del Oeste americanas, su enfoque es radicalmente distinto. Su estilo se caracteriza por:
- El uso del primerísimo primer plano para magnificar los rostros curtidos de sus personajes. Este es un Tipo de Plano que permite capturar las emociones de los personajes sin que se nos escape un detalle.
- La dilatación del tiempo narrativo, especialmente en las escenas de tensión, que prolonga la espera hasta convertirla en un elemento dramático fundamental.
- Una violencia cruda, seca, casi nihilista, que rompe con la codificación limpia y heroica del western tradicional.
- Una fotografía polvorienta y áspera, rodada en los desérticos parajes de Almería que crea una geografía moral tan dura como el alma de sus personajes.
- Los duelos se convierten en coreografías visuales casi rituales
- La música de Ennio Morricone, inseparable de la puesta en escena, cuya invención sonora (silbidos, guitarras eléctricas, voces humanas convertidas en instrumentos) establece una dialéctica emocional con la imagen.
Contexto histórico y recepción de la Trilogía del Dólar
En los años 60, el western clásico -que nos había dejado obras maestras en los años 40 y 50- estaba en plena decadencia. El mundo había cambiado y la audiencia también. Los valores y esquemas del Cine Clásico del Oeste a cargo de John Ford o Howard Hawks ya no casaban bien con el escepticismo reinante. En ese vacío simbólico surgió una figura alejada de la industria de Hollywood -Sergio Leone- quien propuso una relectura del western que pasaba por el desencanto existencial y el barroquismo visual.
Por un Puñado de Dólares fue inicialmente recibida con recelo —y una demanda de Kurosawa—, pero rápidamente alcanzó tal éxito de taquilla que consolidó a Leone como un autor comercial. La Muerte Tenía un Precio superó las expectativas y El bueno, el Feo y el Malo se consagró como una obra maestra universal, incluso en EE.UU., donde fue finalmente aceptada como una reelaboración crítica del canon occidental.
Influencia posterior y legado estético de la Trilogía del Dólar
La huella de la Trilogía del Dólar es profunda y transversal. No sólo marcó el camino para el western europeo, sino que reconfiguró el concepto mismo de antihéroe en el cine contemporáneo. Algunas de sus influencias más notables son:
- Hasta que Llegó su Hora o Érase Una vez en el Oeste (1968). El propio Leone va un paso más allá y firma la que es una de las 5 mejores películas del Oeste; toda una declaración de intenciones.
- Sam Peckinpah, cuyo Grupo Salvaje (1969) comparte con Leone la estilización de la violencia y la desmitificación de la frontera.
- Clint Eastwood, quien como director retomó el legado de Leone en Infierno de Cobardes (1973), El Jinete Pálido (1985) y especialmente en Sin Perdón (1992), que es un auténtico epitafio del género.
- Quentin Tarantino ha reconocido abiertamente su deuda con Leone tanto en el uso de la música como en la construcción de secuencias de tensión extrema (véanse Kill Bill o Los Odiosos Ocho).
- Robert Rodriguez, Martin Scorsese, John Woo o Nicolas Winding Refn han citado la influencia de Sergio Leone en sus respectivos acercamientos a la violencia y al montaje.
- En el terreno musical, Ennio Morricone se convirtió en un referente para generaciones de compositores cinematográficos, y su trabajo en la trilogía —especialmente el tema central de El bueno, el feo y el malo— ha sido reutilizado, parodiado y homenajeado hasta el presente.
La Herencia del Antihéroe y la Ambigüedad Moral
Uno de los aportes más significativos de Leone fue la creación del arquetipo del hombre sin nombre: un pistolero sin pasado ni futuro al que no mueven ideales sino intereses. Este modelo se aparta del héroe clásico para abrir paso a una genealogía de personajes ambiguos, oscuros, pero extrañamente carismáticos. Un Antihéroe con todas las letras. Su reflejo lo encontramos en películas tan diferentes como Taxi Driver (Scorsese, 1976), Drive (Refn, 2011) y hasta Mad Max (Miller, 1979) o The Mandalorian (Disney, 2019), donde la estética del spaghetti western se reinventa en clave galáctica.
Sin Comentarios