Coming of Age. Mis 8 películas favoritas del género
El cine, como reflejo de la vida y la sociedad en la que nace, ha prestado atención a las historias que nos cuentan los momentos de cambio en la vida que todos los seres humanos experimentamos. Repaso en este post el Coming of Age y mis 8 películas favoritas del género.
1. ¿Qué es el Coming of Age?
A pesar de ser una voz inglesa, hemos ya adoptado el término y lo hemos convertido en un género cinematográfico. Cualquier relato que trata de la adolescencia o del paso de la infancia a la edad adulta desde cualquier punto de vista es un coming of age.
2. Orígenes y antecedentes del Coming of Age
El concepto de coming of age ya estaba presente en el Bildungsroman alemán del siglo XVIII, género narrativo centrado en la formación del individuo. Obras como Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister de Goethe fueron claves al retratar la evolución de un personaje.
El término coming of age, que de forma literal significa en inglés crecimiento o maduración, se popularizó primero en los círculos de la crítica literaria y más tarde en los de la cinematográfica para denominar historias que abordan esos momentos de la vida.
En el cine, los primeros ejemplos aparecen en el cine clásico de Hollywood, así como en las producciones europeas de entreguerras. Sin embargo, es a partir de los años 50 cuando el género adquiere mayor visibilidad. Y ello es debido a los profundos cambios sociales que se vivieron en esos años.
3. Características del coming of age
Las películas con historias de maduración suelen compartir algunos elementos:
- Protagonistas jóvenes, ya sean niños o adolescentes.
- Conflictos de identidad: el descubrimiento del amor, la sexualidad, la independencia y las contradicciones y conflictos morales.
- La infancia que se deja atrás: pérdida de la inocencia y enfrentamiento con la realidad desde un punto de visto adulto.
- Contexto social o histórico que condiciona el crecimiento personal (guerra, crisis económica, represión, pobreza, ausencia de vínculos familiares, etc.).
- Narrativa de tránsito: la historia se centra más en el proceso que en el desenlace para retratar el viaje interior que realiza el personaje.
4. Historia y evolución del Coming of Age
4.1. El Coming of Age clásico y de posguerra
Se caracterizaba por presentar al adolescente como una figura rebelde y conflictiva que no encontraba su sitio en una sociedad adulta en plena transformación. Con sus diferencias de estilo y concepto, en este periodo podrían encuadrarse Rebelde sin causa de Nicholas Ray (1955) o Los 400 golpes (1959) de François Truffaut.
4.2. La década de los años 60
En esta década, el coming of age se ligó a los movimientos culturales y revoluciones sociales que tuvieron lugar en esos momentos. La adolescencia y la juventud se convierten en metáfora del recambio generacional. A esta época pertenecen El Graduado (1967) de Mike Nichols o Kes (1969) de Ken Loach
4.3. El desencanto de la realidad de los años 70
Tras el optimismo de la década anterior, la nueva década da paso a relatos donde la desilusión hace su aparición. El tránsito a la vida adulta aparece en estas historias enmarcado en un ambiente más hostil marcado por la pérdida de ilusiones. Buenos ejemplos serían American Graffiti (1973) de George Lucas o Una Historia Sueca de Amor (1970) de Roy Andersson
4.4. Años 80. Coming of Age de la amistad y las aventuras
En plena cultura de masas, los ochenta popularizan un coming of age más accesible, ligado a la nostalgia infantil y la aventura. Tanto Cuenta Conmigo (1986) de Rob Reiner como El Club de los Cinco (1985) de John Hughes o Mi vida como un perro (1985) de Lasse Hallström se centran en historias de crecimiento entre amigos y comunidades y búsqueda de la identidad propia.
4.5. El Coming of Age en la década de los 1990
Las historias coming of age de esta década se abren a todas las realidades sociales para enseñarnos las dificultades de la adolescencia en medios urbanos deprimidos sin ocultar ni un ápice de su dureza. Los chicos del Barrio (1991) de John Singleton o Kids (1995) de Larry Clark serían buenos ejemplos de ello.
4.6. Años 2000: intimidad y globalización
A lo largo de estos años surgen importantes figuras del cine de autor que tratan el coming of age a su manera, con historias más íntimas, en ocasiones con tintes autobiográficos. Se encuadrarían aquí películas como Billy Elliot (2000) de Stephen Daldry, Y tu mamá también (2001) de Alfonso Cuarón o El Viaje de Chihiro (2001) de Hayao Miyazaki.
4.7. La autoría femenina y la pluralidad de voces de los años 2010
Son los años del boom de las mujeres directoras -evidente fenómeno visible también en España- y de la extensión de la diversidad sexual y cultural. Caben aquí películas como Boyhood (2014) de Richard Linklater, Lady Bird (2017) de Greta Gerwig o Call Me by Your Name (2017) de Luca Guadagnino.
4.8. Década de los 2020 hasta hoy
El subgénero coming of age sigue más vivo que nunca aunque no suele ya darse en estado puro sino mezclado con otros subgéneros en narrativas híbridas. Es aquí donde se encontrarían películas como Red (2022) o Aftersun (2022).
5. Mis 8 Mejores Coming of Age de la Historia del Cine
5.1. Los Olvidados (1950) – Luis Buñuel
La historia tiene lugar en los barrios marginales de Ciudad de México. Pedro es un adolescente que vive rodeado de miseria, violencia y abandono y que no puede huir de su destino trágico cuando entabla amistad con El Jaibo, un joven delincuente recién fugado.
Buñuel -sin duda uno de los Directores de Cine más Influentes– le da la vuelta al coming of age tradicional para retratar de forma cruda y pesimista la pérdida prematura de la inocencia, conectando así con el Neorrealismo Italiano; el toque Buñuel se traduce en el componente mágico-surrealista de ciertas secuencias.
Su diálogo con Ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio De Sica es claro por su atención a la pobreza y la injusticia. Igualmente conecta con Los 400 golpes (1959) de François Truffaut en el retrato de adolescentes en conflicto con el mundo adulto.
Esta cinta de Buñuel Influye en cineastas latinoamericanos posteriores como el Alejandro González Iñárritu de Amores perros (2000) o el Fernando Meirelles de Ciudad de Dios (2002) por su crudeza social. Igualmente se nota su poder en todo el cine social posterior que no esconde la infancia y juventud explotada y marginada.
5.2. Buenos Días (1959) – Yasujirō Ozu
Dos niños de un suburbio japonés de posguerra hacen un pacto de silencio para forzar a sus padres a la compra de un televisor. A partir de este sencillo planteamiento, Ozu nos regala un retrato de las tensiones generacionales y los cambios sociales y culturales del Japón moderno.
La mirada de Ozu es poética y minimalista. Seguimos el paso de la infancia a la adolescencia de los protagonistas a través de lo cotidiano; sin embargo, con solo esos mimbres nos desvela los conflictos entre tradición y modernidad o comunidad e individualismo.
Por su temática generacional, esta cinta sigue la estela de Cuentos de Tokio (1953) del propio Ozu y su influencia puede apreciarse en Mi vecino Totoro (1988) de Miyazaki, que adopta un tono intimista y cotidiano para narrar el crecimiento infantil. También comparte sensibilidad con Nicky: aprendiz de bruja en la representación del paso hacia la independencia sin rupturas traumáticas.
Su estilo contemplativo ha marcado el camino a directores como Hou Hsiao-Hsien, Kore-eda Hirokazu y Jim Jarmusch quienes han puesto su mirada pausada sobre la transición hacia la madurez.
5.3. Los 400 Golpes (1959) – François Truffaut
Antoine Doinel es un niño parisino incomprendido por sus padres y profesores. Se inicia por una pendiente de pequeñas rebeldías que le llevan a la delincuencia juvenil y a la reclusión. Su icónico plano final lo muestra corriendo hacia el mar, atrapado entre el deseo de libertad y el desconcierto existencial.
Estamos ante un pilar del cine moderno europeo que salió de la Nouvelle Vague y piedra angular del coming of age contemporáneo. Truffaut deja a un lado el moralismo clásico y filma la adolescencia como momento de alienación, deseo y búsqueda de identidad. Su puesta en escena bebe también del neorrealismo italiano en busca de la realidad y la autenticidad emocional.
Podría verse un hilo directo entre Los Olvidados y Los 400 Golpes por su retrato de jóvenes marginales, aunque Truffaut ofrece más empatía y lirismo que Buñuel. Esta película podría considerarse un antecedente de Boyhood y Lady Bird en el tratamiento introspectivo de la adolescencia.
El film inspiró a cineastas posteriores como Richard Linklater, Sofia Coppola, Noah Baumbach y Greta Gerwig. También abrió la puerta a un cine sobre la adolescencia más íntimo y autorreferencial.
Cría Cuervos (1976) – Carlos Saura
Ana es una niña de ocho años que lidia con la muerte de sus padres y crece en un entorno familiar marcado por el silencio, el trauma y la represión emocional. A través de su mirada, la película explora la memoria, la pérdida y la sociedad de la España posfranquista.
En ella, Carlos Saura combina lo íntimo y lo político-social, haciendo del descubrimiento infantil una metáfora del despertar colectivo de un país aunque su aproximación es onírica y simbólica. La canción de Jeanette Por qué te vas que forma parte de su banda sonora, se convierte en un leitmotiv generacional.
El filme dialoga con Los olvidados y Los 400 golpes, pero introduce una dimensión más interior y poética y anticipa el tono nostálgico y melancólico de películas como El espíritu de la colmena (1973), pilar de la filmografía de Víctor Erice. Además, comparte con Sofia Coppola (María Antonieta, Las vírgenes suicidas) su enfoque sobre la subjetividad femenina.
Marcó a directores españoles posteriores como Pedro Almodóvar y al ya mencionado Víctor Erice, así como a autores internacionales interesados en la relación entre memoria, infancia y trauma, como Lucrecia Martel.
Nicky: Aprendiz de Bruja (1989) – Hayao Miyazaki
Kiki, una joven bruja de 13 años, deja su hogar para cumplir con el ritual de independencia de su comunidad mágica. En una ciudad costera, debe encontrar su lugar, aprender un oficio y descubrir quién es, haciendo frente a la soledad y al miedo al fracaso.
Miyazaki aborda la maduración del personaje desde la autonomía y la responsabilidad, pero lo hace en clave de Anime de fantasía. Frente a narrativas más oscuras, ofrece un coming of age luminoso, donde la identidad se construye desde la conexión con el entorno y la comunidad. Es central la idea de crecimiento personal sin violencia, característica recurrente en Studio Ghibli.
Comparte sensibilidad con Buenos días (1959) de Ozu por su intimismo, mientras que su defensa de la independencia femenina va en la línea de Lady Bird (2017) y María Antonieta (2006). Por otro lado, la representación positiva de la independencia y el autodescubrimiento que plantea Miyazaki con su personaje inspiró a toda una generación de cineastas japoneses y occidentales, como Mamoru Hosoda (El niño y la bestia) o Domee Shi (Turning Red).
María Antonieta (2006) – Sofia Coppola
La película reinterpreta la vida de la Reina María Antonieta desde su llegada a Versalles hasta la Revolución Francesa, pero más que un Biopic, es un retrato íntimo de una adolescente que se enfrenta a la alienación y a la incomprensión de la corte.
Coppola utiliza la historia como metáfora del aislamiento adolescente pues su protagonista es una joven sola y extranjera en un entorno hostil. Con ella redefine el coming of age desde la sensibilidad femenina. La película introduce un lenguaje audiovisual moderno: banda sonora anacrónica con The Strokes o New Order, montaje fragmentado y diseño visual pop.
Su estilo entronca con Cría cuervos (1976) de Carlos Saura y Las vírgenes suicidas (1999) de la propia Coppola. Comparte con Lady Bird (2017) un acercamiento subjetivo a la identidad femenina y a la búsqueda de libertad. También dialoga con Los 400 golpes (1959) en el entorno hostil que rodea a la protagonista.
Coppola abrió una vía para un coming of age femenino, atmosférico y sensorial, que inspira a Greta Gerwig (Lady Bird, Barbie) o a Céline Sciamma (Retrato de una mujer en llamas, Petite Maman), una de las Directoras de Cine Francesas a no perder de vista.
Boyhood (2014) – Richard Linklater
Rodada durante 12 años con los mismos actores, la película sigue a Mason desde los 6 hasta los 18 años, mostrando su crecimiento y la construcción de su identidad entre separaciones familiares y mudanzas.
Richard Linklater lleva a cabo un experimento cinematográfico sin precedentes: convertir el tiempo real en materia narrativa. Aquí, el coming of age no es un evento puntual sino un proceso continuo. Evita el melodrama y privilegia la observación de los pequeños momentos que definen la identidad.
Recoge el testigo de Los 400 golpes (1959) en la representación íntima del crecimiento. Influye en Lady Bird (2017) y dialoga con la Trilogía Before del propio Linklater, que también explora el paso del tiempo. Comparte además sensibilidad con Columbus (2017) de Kogonada, heredera de su tempo contemplativo.
Se puede decir que hay un antes y un después de Boyhood. Redefinió el coming of age contemporáneo y motivó proyectos que buscan capturar el tiempo real, como We the Animals (2018) o Moonlight (2016).
Lady Bird (2017) – Greta Gerwig
Christine «Lady Bird» McPherson, una adolescente de Sacramento, atraviesa su último año de instituto enfrentándose a la presión académica, las tensiones con su madre y la búsqueda de su propio lugar en el mundo.
Gerwig filma la adolescencia femenina desde la intimidad y la empatía, evitando clichés. Su estilo combina diálogos naturales, humor melancólico y un retrato generacional preciso. Lady Bird simboliza la tensión entre independencia y pertenencia, un tema común a la tradición del género.
Dialoga directamente con Los 400 golpes (1959) y Boyhood (2014). Comparte con María Antonieta (2006) y Nicky, Aprendiz de Bruja (1989) un enfoque subjetivo del crecimiento femenino. También se relaciona con Call Me by Your Name (2017) de Luca Guadagnino por el énfasis en los pequeños gestos que marcan el proceso del crecimiento.
Lady Bird consagró a Gerwig como referente de un nuevo cine coming of age con enfoque femenino. En la misma línea estarían autoras como Céline Sciamma o Lulu Wang.
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