La nueva generación de directoras de cine españolas
Durante décadas, el cine español estuvo dominado por una narrativa eminentemente masculina, tanto en términos de autoría como de representación. Sin embargo, en los últimos años han surgido muchas e interesantes voces femeninas en el audiovisual de nuestro país. Dedico esta entrada a la nueva generación de directoras de cine españolas.
Directoras de Cine Españolas del siglo XX
Nombres como Josefina Molina, Pilar Miró, Patricia Ferreira o Cecilia Bartolomé marcaron hitos en el cine español en los años 70 y 80, pero sus carreras se desenvolvieron en un contexto que no les era favorable y que dificultó tanto la continuidad como la visibilidad de sus obras.
A lo largo del siglo XX, la presencia de mujeres detrás de la cámara fue excepcional y la noción de una “autoría femenina” todavía carecía de reconocimiento crítico o institucional.
El Panorama de las Directoras de Cine españolas del siglo XXI
El siglo XXI está viviendo una transformación profunda y estructural en el ámbito cinematográfico español. Factores diversos han contribuido a este cambio: la proliferación y la profesionalización de escuelas de cine, un mayor acceso a la formación audiovisual por parte de mujeres, los programas de apoyo institucional con perspectiva de género, la digitalización con el abaratamiento de costes que supone, la expansión del cortometraje como laboratorio expresivo y la eclosión de nuevos circuitos de exhibición —festivales, plataformas, centros culturales— más abiertos a narrativas alternativas.
A todo lo anterior se suma una progresiva conciencia feminista que ha permeado las prácticas artísticas, exigiendo paridad, visibilidad y una relectura crítica del canon fílmico tradicional.
Directoras de cine españolas entre dos generaciones
Entre una generación y otra hay también figuras destacables en el panorama del cine hecho por mujeres en España. Me refiero, por ejemplo a
Isabel Coixet
Con una larga, completa e interesante carrera a sus espaldas como guionista y directora. Su primer largometraje es Demasiado Viejo para Morir Joven (1988). Tras éste han venido muchos más, así como otros proyectos de índole documental y de TV. Su última película es Un Amor (2023). Sus obras tratan temas universales como el amor, la pérdida, la identidad o los traumas con una mirada única y cuentan con numerosos reconocimientos nacionales e internacionales.
Paula Ortiz
Tiene una larga carrera como guionista, directora y productora. La Novia (2015), una adaptación libre de Bodas de Sangre de Federico García Lorca, fue la película que consiguió más nominaciones en los Goya de aquel año, haciéndose con dos de ellos. Sus últimas películas han sido Teresa (2023) y La Virgen Roja (2024). Su cine tiene una gran carga visual y emocional, gracias a su uso expresivo de la luz, el color y los espacios naturales.
Bien se podría decir que todas estas mujeres son clave en la construcción de los cimientos sobre los que se está sustentando la nueva arquitectura audiovisual femenina española y un nexo necesario con la nueva generación de cineastas mujeres. Son mujeres que no solo acceden a los medios de producción, sino que lo hacen con una mirada autoral compleja, libre de clichés y dispuesta a cuestionar los modelos heredados.
Características del cine español actual creado por mujeres
Se trata de una nueva ola no definida por un manifiesto común, sino por una suma de sensibilidades que, desde lo íntimo y lo cotidiano, abordan grandes temas contemporáneos como la infancia, la maternidad, la educación, la desigualdad, el deseo o las identidades diferentes.
Es decir, que la principal característica de las directoras de cine españolas es su diversidad. No salen de una única escuela ni tienen un único estilo. Su mirada no responde a un género cinematográfico unívoco, sino que se nutre del documental, del realismo poético, del drama intimista, de la auto-ficción o incluso de ciertos códigos del cine de género o del cine experimental.
Es precisamente en esta diversidad de registros, en la hibridación formal y en la profundidad emocional de sus propuestas donde reside la potencia transformadora de este cine. Directoras como Carla Simón, Pilar Palomero, Clara Roquet o Celia Rico, entre muchas otras, no solo han conquistado festivales internacionales y premios nacionales, sino que han instaurado un nuevo paradigma: el de un cine hecho por mujeres que no necesita justificar su legitimidad, que no está al margen de nada, sino que ocupa el centro mismo del cine contemporáneo español.
Carla Simón
Es quizá el exponente más visible de esta renovación. Su película Verano 1993 (2017) es una de las primeras en formar parte de esta nueva oleada y quizá la más influyente. Ganadora del premio a la Mejor Ópera Prima en Berlín y del Goya a Dirección Novel, ofreció un retrato autobiográfico sobre la muerte de sus padres y la vida en el campo, en la casa de sus tíos, durante el duelo. Una película con reminiscencias al cine de Víctor Erice desde una perspectiva personal, una sensibilidad única y una interpretación infantil irrepetible. Su consolidación llegó con Alcarràs (2022), distinguida con el Oso de Oro en Berlín. Una película coral donde retrata con realismo la desaparición del mundo rural catalán y el conflicto entre tradición y modernidad. Un relato en el que las nuevas generaciones toman el relevo de sus padres y sus abuelos. Su siguiente película, Romería, competirá en la Sección Oficial en Cannes de 2025.
Celia Rico
Tras su participación en la producción y escritura de algunas películas, se inició como directora con el cortometraje Luisa no está en casa (2012). Su debut en el largometraje llegó con Viaje al cuarto de una madre (2018), una delicada exploración de los vínculos maternofiliales desde la cotidianeidad y el espacio íntimo. Años después regresó al largometraje con una maduración formal exquisita: Los Pequeños Amores (2024), donde regresa a la relación madre-hija. Su tercer trabajo es La Buena Letra (2025) adaptación de la novela homónima de Rafael Chirbes. Su estilo destaca por la contención dramática y una puesta en escena rigurosamente emocional y concisa. Convierte el hogar familiar en un personaje más, haciendo de lo cotidiano algo íntimo y especial. Sus obras han sido galardonadas en numerosos festivales.
Pilar Palomero
Tras iniciarse en el cine como guionista, documentalista y cortometrajista, saltó al largometraje con Las Niñas (2020) que obtuvo el Goya a Mejor Película. Con esta película Pilar Palomero incursionó en una memoria generacional teñida de silencios, normas religiosas y la lenta emancipación femenina. Una suerte de «coming of age» muy bien recibido. En La maternal (2022), continúa explorando el universo adolescente desde una óptica naturalista y profundamente empática. Narrativamente más madura, combinando la ficción con un registro documental. Su tercera película fue Los Destellos, en la que abandonó el universo adolescente y se adentró en el de la muerte. Una de las mejores películas españolas de 2024.
Alauda Ruiz de Azúa
Su película Cinco lobitos (2022) fue la gran revelación del año y fue galardonada con la Biznaga de Oro en Málaga. Este título escudriña los cuidados femeninos desde una mirada sensible y estructurada, en la que lo íntimo se entrelaza con lo sociológico. Una historia de nacimiento y de muerte. Su serie para Movistar Plus Querer (2024) es otra gran obra cinematográfica, explorando la separación de una atormentada mujer de su marido maltratador.
Elena Martín Gimeno
Tras su participación en numerosos largometrajes y cortometrajes como intérprete, entre los que destacaría Suc de Sindria, destacó como directora con Creatura (2023), ganadora en la Quincena de Realizadores de Cannes aunque en los Goya 2024 no brillara como se merecía. En este filme Elena Martín Gimeno aborda la sexualidad femenina desde la niñez hasta la etapa adulta con una honestidad inusual en el cine español, usando el cuerpo como territorio narrativo. Plantea preguntas de lo más interesantes acerca del deseo y sus orígenes, combinando naturalismo con sutiles toques fantásticos.
Clara Roquet
Con una larguísima trayectoria como guionista, en la que destaca su trabajo en 10.000 km y Petra, firmó su primer largometraje con Libertad (2021), una reflexión sobre clase, adolescencia y duelo, con una sensibilidad visual notable. A día de hoy, este es su único largometraje como directora, pero su carrera está más enfocada en el guion. Tan solo el año pasado estrenó La Virgen Roja y Polvo Serán, escritas por ella.
Andrea Jaurrieta
Irrumpió en el panorama cinematográfico con Ana de día (2018), una película independiente con una fuerte carga autoral. La película es una fábula contemporánea sobre la identidad y el deseo de huida, en la que el realismo se diluye en elementos oníricos y simbólicos. Su siguiente película, Nina (2024) es un thriller de venganza con aroma a neowestern, con una estética poco común en el cine español.
Elena Trapé
Directora salida de la ESCAC en Barcelona, debutó con una película tan sencilla como original: Blog (2010). Tiempo después estrenó Las Distancias (2018), un retrato amargo sobre la vida adulta y la amistad con un reparto estelar. Su última película, Els Encantats (2023), forma parte de esta nueva ola de películas ambientadas en el mundo rural a modo de autodescubrimiento y reflexión existencial.
Mar Coll
Es autora de películas que diseccionan las dinámicas familiares y las emociones reprimidas. Buen ejemplo de ello son sus filmes Tres Días con la Familia (2009), sobre el reencuentro de una joven con su familia tras la muerte de su abuelo, Todos Queremos lo Mejor para Ella (2023), en la que aborda -en clave psicológica- la recuperación de una mujer tras un accidente y la última Salve María (2024), sobre el peso de la maternidad.
Otras nuevas directoras de cine españolas
Al lado de estas directoras, está madurando un grupo de cineastas aún con pocas obras a sus espaldas pero de las que estoy seguro vamos a ver grandes cosas en el futuro. Me refiero a Estíbaliz Urresola, cuya 20.000 especies de abejas (2023) abordó la identidad de género en la niñez con especial sensibilidad, o a Eva Libertad, cuyo largometraje, Sorda, es un retrato de cómo se afronta la maternidad y las relaciones desde la discapacidad auditiva.
Qué decir de Itsaso Arana, quien utiliza un lenguaje poético e intimista para contarnos una historia metacinematográfica en su ópera prima como directora Las Chicas están Bien (2023). También es guionista de La Virgen de Agosto (2019) de Jonás Trueba, cuyo estilo ha influenciado el de la directora. O de Sandra Romero que utiliza un estilo directo, crudo y corporal en su único largo Por donde pasa el silencio (2024).
Otras como Elena López Riera, Carol Rodríguez, Belén Funes, Nely Reguera o Lara Izaguirre han destacado como cortometrajistas y han logrado llevar adelante sus primeros proyectos con éxito y esperamos ver sus próximas obras en la pantalla.
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