El plano secuencia y su papel en el cine
Mucho se está hablando en estos días con relación al plano secuencia, que si uso o abuso, que si es necesario o no. No es una polémica cinéfila nueva, pero con ocasión del estreno de la serie Adolescencia en Netflix, se ha retomado y pareciera que todos hemos que tener una opinión al respecto. Dedico, pues, esta entrada al Plano Secuencia y su Papel en el Cine.
El plano secuencia no es solo un alarde técnico, sino una decisión narrativa, estética e ideológica del director. Su evolución demuestra cómo el cine ha buscado continuamente modos de manipular el tiempo y el espacio para intensificar la experiencia del espectador. Críticos como Bazin lo vinculan al realismo ontológico del cine; otros como Deleuze lo interpretan como imagen-tiempo que desborda la lógica clásica de la acción. En cualquier caso, el plano secuencia sigue siendo un recurso expresivo del arte cinematográfico al igual que lo es el plano general.
Pero antes de profundizar en ello, veamos qué es un plano secuencia.
1. El plano secuencia ¿Qué es?
El plano secuencia es una de las formas más exigentes y discursivamente potentes del lenguaje cinematográfico. Consiste en una toma única y continua que transcurre sin cortes de montaje, a lo largo de una secuencia completa. Su uso no es meramente estético, sino que incide de manera directa en la experiencia narrativa, al generar una sensación de tiempo real y una inmersión total del espectador en la acción.
Sirva como recordatorio que una secuencia es una acción dramática completa, con su planteamiento, nudo y desenlace.
2. Funciones narrativas del plano secuencia
A nivel narrativo, el plano secuencia permite una relación más directa entre el espectador y la escena, ya que elimina el montaje como mediador y obliga a mantener la atención sin el respiro del corte. Puede sugerir urgencia, continuidad emocional o realismo dramático. Aporta una unidad de percepción que recuerda más al teatro que al cine convencional, haciendo que el espectador se convierta en testigo activo, sin manipulación visual aparente.
Asimismo, es un recurso de virtuosismo técnico, pero también de coherencia estética: su uso puede reflejar un punto de vista subjetivo (como en los planos en primera persona), generar claustrofobia o potenciar el suspense, especialmente cuando la cámara parece no apartarse del personaje.
3. Los primeros planos secuencia de la historia del cine
3.1. Cine Mudo
El plano secuencia tiene antecedentes en el cine mudo. Los primeros cineastas tenían la idea, si bien sus limitaciones técnicas no les permitían desarrollar esta opción. Un ejemplo temprano destacable es Cabiria (1914) de Giovanni Pastrone, donde ya se experimenta con travellings largos sin cortes.
En el primer cuarto del siglo XX F.W. Murnau -uno de los máximos exponentes del Expresionismo Alemán– rodó un plano secuencia de 50’’ para su película Amanecer (1927) en el que la cámara va siguiendo al personaje.
3.2. Los pinitos de Hitchcock con La Soga
En La Soga (1948), de Alfred Hitchcock diseñó el filme para parecer un solo plano secuencia sin cortes. Todo un reto en su momento que Hitchcock quiso poner en práctica. Por algo fue uno de los directores de cine más influyentes. Aunque las limitaciones del celuloide (los rollos de película duraban unos 10 minutos) le obligaron a insertar cortes ocultos, la intención del director fue revolucionaria en términos de construcción temporal y espacial.
En realidad, se trata de un falso plano secuencia donde los cortes están cuidadosamente ocultos mediante fundidos en objetos oscuros. La cámara se desplaza con lentitud y precisión, respetando las convenciones del plano/contraplano dentro del movimiento continuo.
¿Qué buscaba Hitchcock con esta película? Aparte de su lucimiento personal, utilizó el plano secuencia como una forma de intensificar la tensión y las implicaciones morales del relato: el espectador no puede “escapar” del crimen, como tampoco lo hacen los protagonistas. El tiempo fílmico y el tiempo real se alinean, aumentando la sensación de claustrofobia y de culpa. Sin embargo, resultó una película floja. Es decir, el que esté rodada en planos continuos no le aporta más valor al filme.
3.3. Evolución y perfeccionamiento: Sed de Mal
A lo largo del siglo XX, el plano secuencia fue adquiriendo un mayor grado de complejidad y sofisticación. Mención especial merece Sed de mal (1958), que aunque no se trate de un plano secuencia como tal (la escena termina con varios cortes) sí es un buen ejemplo. En esta película, Orson Welles inicia la narración con un plano de tres minutos y medio que establece personajes, tensión narrativa y contexto espacial de la historia en un movimiento de cámara continuo sin diálogos, tan solo combinando acción, tensión y ambientación.
La cámara se eleva, se desplaza y acompaña a varios personajes sin perder la fluidez, orquestada magistralmente con el sonido. La profundidad de campo permite varias capas de acción simultáneas.
3.4. La aportación de la escuela rusa al plano secuencia
Durante los años setenta, el plano secuencia comenzó a explorarse con más libertad. En Soy Cuba (1964), el soviético Mijaíl Kalatózov utiliza complejísimos movimientos de cámara en secuencias coreografiadas que vinculan clases sociales y geografías con una fuerza lírica excepcional, siempre al servicio de la ideología. El operador de cámara Sergei Urusevsky logra una coreografía casi acrobática, anticipando el estilo del videoclip o el documental inmersivo. El blanco y negro con alto contraste refuerza la dimensión épica y poética.
Siguiendo con los ejemplos de Filmmakers rusos, Andrei Tarkovski en El Sacrificio (1986), emplea uno de los planos secuencia más intensos emocional y simbólicamente, al filmar el incendio de una casa en una única toma, reforzando la dimensión ritual de la escena.
4. El plano secuencia en el cine contemporáneo
4.1. Hijos de los Hombres
En el cine actual, con el avance de la tecnología digital y el diseño coreográfico asistido por efectos especiales, el plano secuencia ha experimentado un renacer. Hijos de los Hombres (2006), de Alfonso Cuarón, ofrece varios ejemplos notables. En la escena del ataque al coche, filmada en el interior del vehículo, el espectador es un personaje más atrapado en ese espacio y tiene la sensación de vivir el ataque en tiempo real. O en la secuencia final de la ciudad en ruinas, que dura casi seis minutos sin cortes. La violencia no tiene cortes; ocurre en la misma unidad de tiempo que la percepción del espectador. Esto enfatiza la brutalidad del entorno distópico y la fragilidad de los personajes frente al sistema.
4.2. Uno de los Nuestros
En el plano secuencia de la entrada trasera de Henry Hill y Karen en el Copacabana, Martin Scorsese no podría reflejar mejor el carisma hipnótico que Henry despierta en la chica y la inmersión del personaje en el mundo del crimen. Así funciona el poder en el mundo mafioso: sin colas y sin límites; todo es fácil si eres “alguien”. El poder absoluto está en sus manos.
En Uno de los Nuestros (1990), el camarógrafo y director de fotografía Michael Ballhaus sigue a los personajes desde la calle, por pasillos estrechos, cocinas, escaleras hasta una mesa en primera fila. En su recorrido coreografiado y con la cámara en movimiento constante, se cruzan con otros personajes de la maquinaria mafiosa, que parecen estar al servicio de Henry, o así lo cree él.
5. La evolución del plano secuencia
En Birdman (2014), Alejandro G. Iñárritu se plantea una ficción completa rodada como si fuera un solo plano secuencia. El falso plano secuencia da cohesión psicológica a la subjetividad del protagonista, sumido en una espiral de ansiedad, delirios y deseo de redención. Se genera una continuidad mental más que física en la que no hay distinción entre el mundo real y el imaginario. Mediante edición digital invisible, la cámara se mueve entre los personajes y los espacio con transiciones temporales implícitas. Se renuncia a la elipsis tradicional y se sustituye por fundidos temporales suaves.
Mismo planteamiento inicial hace Sam Mendes en 1917 (2019) al construir una Película de Guerra en falso plano secuencia. La cámara sigue a los personajes a través del campo de batalla y pueblos asolados, intensificando la tensión narrativa y la percepción del peligro constante que el espectador vive con los soldados. La planificación espacial y temporal está coreografiada al milímetro y el montaje digital permite “ocultar” ciertos cortes. La decisión estética responde a un intento de eliminar la distancia entre espectador y personaje, pero también de crear una estructura circular que recuerda a una pesadilla interminable: la guerra como eterno retorno.
6. Qué dice la crítica especializada sobre el plano secuencia
No todos los críticos cinematográficos entran en valoraciones formales, sin embargo, existe un tipo de crítica analítica que sí lo hace. Para ella, el plano secuencia ha sido objeto de numerosas reflexiones. André Bazin, en su defensa del realismo cinematográfico, celebraba los planos largos por su capacidad para preservar la ambigüedad y la densidad del tiempo real, permitiendo que el espectador tome decisiones interpretativas por sí mismo, sin la manipulación del montaje.
Por otro lado, teóricos más contemporáneos como David Bordwell han analizado el plano secuencia en función de su integración en estructuras narrativas clásicas y su capacidad para mantener la atención del espectador mediante la coreografía interna del cuadro.
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