Tráiler y Teaser. Promoción de una obra audiovisual
En el medio audiovisual un tráiler y un teaser son piezas publicitarias creadas para presentar un producto audiovisual, ya sea de cine o TV, al público y despertar su interés. Tráiler y teaser son elementos fundamentales en la promoción de una obra audiovisual y forman parte de su mezcla de marketing.
Sígueme en este repaso de estas dos modalidades de promoción audiovisual, su historia, su evolución y sus infinitas posibilidades. En mi entrada La Producción Audiovisual y sus tipos ya esbozaba estos formatos publicitarios en los cuales profundizo ahora.
Diferencias entre tráiler y teaser
El tráiler es una producción audiovisual promocional de duración entre 1′ y 3′ que muestra un resumen o avance de la obra audiovisual de que se trate, ya sea un largometraje, un cortometraje, un programa de TV o un videoclip, para incitar al espectador a su consumo. Se trata de un formato guionizado y montado y que se pone en circulación cuando la obra está próxima a su estreno.
El teaser, en cambio, es un avance consistente en unas imágenes de la obra sin que se desvele argumento alguno. Podría decirse que es un aperitivo de lo que va a venir para abrir boca. Es un formato apropiado para obras que están en fase de producción y que se programa en forma de píldoras junto con otros elementos de marketing, tales como entrevistas, visitas al set, etc.
El tráiler y el teaser no son ni mucho menos los únicos formatos promocionales que se utilizan. Se han desarrollado diferentes productos (algunos de ellos híbridos) y estilos en función del público al que se dirigen, del medio en el que se van a difundir y del plan de marketing de la obra.
Los inicios del Tráiler y del Teaser
El término anglosajón tráiler aplicado al avance cinematográfico tiene un origen curioso pues adoptó el nombre de un remolque en el sentido de lo que viene detrás. En 1912 se produjo What Happened to Mary, una película para su emisión en cines en 12 capítulos independientes. Vamos, lo que hoy conocemos como una serie pero para cine. Para que los espectadores supieran lo que venía después, se crearon unos avances de la historia.
El mismo formato y modo de comunicar avances se hizo con otra obra posterior, The Adventures of Kathlyn, en los meses siguientes. Según todos los indicios, estaríamos ante los primeros tráileres de la historia de la cinematografía.
En 1913, Nils T. Granlund fue el autor de la promoción de una obra musical que se representaba en Broadway, The Pleasure Seekers, y que se emitió en los cines de la cadena propiedad de Marcus Loew.
Éstos parecen ser los primeros tráileres audiovisuales conocidos y que abrieron el camino a lo que vendría después. Nace con ellos una herramienta que fue perfeccionándose con el tiempo y que respondía a la necesidad de atraer la atención del espectador. Para la consecución de este fin, se hacían avances con una selección de las escenas más atractivas de las películas en cartel o próximas a estrenarse. Productores, distribuidores y exhibidores pronto vieron la utilidad de estas piezas audiovisuales y se pusieron manos a la obra. Fijaos que la Paramount creo su primera división publicitaria en 1916.
El NSS y su influencia en la producción del Tráiler y del Teaser
Tras su creación en 1919, el National Screen Service – NSS se convirtió en la primera agencia publicitaria cinematográfica conocida. Sus servicios consistían en la producción y distribución de los avances de películas en rollos separados y no como se venían utilizando antes unidos al final de cada título. Ese sencillo cambio permitía emitir los avances antes de la propia película que se iba a ver, con lo que la asistencia y atención del público estaba asegurada.
El monopolio del NSS imprimió un estilo grandilocuente característico a los tráileres que produjo y distribuyó durante la época dorada de Hollywood dominado por las grandes productoras de cine.
La evolución del tráiler clásico
La imaginación llevó a la innovación en la producción de tráileres y así, más allá de consistir en unas secuencias vistosas de las películas, algunos se transformaron en lo que hoy llamamos un «Behind de scenes»; otros incluían entrevistas con el director o las estrellas; en otros casos los propios actores presentaban a sus personajes y a veces tenían parte de «making of» o así se hizo.
Algunos directores con reconocimiento o peso en la industria como Orson Welles o Alfred Hichtcock participaban activamente en la promoción de sus películas. Aquí tenéis el tráiler que el propio Orson Welles grabó para presentar su película Ciudadano Kane y a sus personajes. Un estilo moderno y original digno del genio de Welles.
O el que presentó Alfred Hitchcock para Psicosis.
Habría que esperar hasta finales de los años 50 y principios de los 60 para que los tráileres abandonen su aire pasado de moda y entren en una nueva era dominada por los publicistas de la escuela neoyorkina de Madison Ave. Nombres como Saul Bass o Paolo Ferro entrarían a jugar un papel importante en esta nueva era. Éste último es autor del tráiler de Dr. Strangelove, de Stanley Kubrick, al que imprimió un montaje novedoso. Aquí os lo dejo para vuestro deleite:
Bien entrados los años setenta comienza otra época dominada por superproducciones y grandes éxitos de taquilla y por el aumento de los presupuestos destinados a la publicidad en cine y TV. La producción de tráileres y teasers se especializa y se extiende no solamente a salas de cine sino también a medios masivos de comunicación como la radio y la TV, con el fin de llegar a una audiencia más amplia y aumentar los márgenes de beneficio de las productoras.
En definitiva, Tráiler y Teaser son dos de las principales herramientas para la promoción de una obra audiovisual. Nacieron con el propio cine, están en constante evolución y siguen muy vigentes a día de hoy.
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