Pedro Almodóvar. Su aportación al cine español contemporáneo
El nombre de Pedro Almodóvar está ligado al nuevo cine español del posfranquismo. Sus películas destacan en la exploración de la identidad, en el uso expresivo del color, el melodrama y el deseo como motores narrativos. Éstas son las grandes aportaciones de Pedro Almodóvar al cine español contemporáneo.
Y es que puede decirse que Pedro Almodóvar es el cineasta español más influyente y reconocido a nivel internacional desde Luis Buñuel. Su trayectoria abarca más de cuatro décadas y es clave para consolidar una nueva sensibilidad cinematográfica, abierta, libre, provocadora y profundamente emocional.
1. El viaje de Pedro Almodóvar. De la transgresión pop a la madurez dramática
Almodóvar comenzó su carrera en el contexto de La Movida Madrileña, una explosión cultural y contracultural que acompañó los primeros años de la democracia española. Es el viaje de un autodidacta que se formó grabando en Super-8 y escribiendo para revistas underground.
Su primer largometraje, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), ya anunciaba una mirada punk, desvergonzada y lúdica, con un tono de comedia irreverente que rompía con los códigos narrativos tradicionales. A este le seguirían títulos como Laberinto de pasiones (1982) y ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), donde se exponía una galería de personajes femeninos excéntricos, historias de marginalidad urbana y un gusto por lo kitsch que pasaría a ser marca de la casa.
Con La ley del deseo (1987), protagonizada por Carmen Maura y Antonio Banderas, Almodóvar aborda abiertamente el deseo homosexual desde una óptica autoral, emocional y libre de victimismo. La película marcó el inicio de una etapa más compleja y melodramática que se consolidaría con el éxito internacional de Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), nominada al Oscar y ganadora del Goya a Mejor película. Este filme, mezcla de farsa, comedia screwball y melodrama, llevó a Almodóvar al gran público y selló su estilo como autor pop del cine mundial.
2. Temas y estilo: el universo Almodóvar
Pedro Almodóvar ha construido una filmografía coherente, donde los temas del deseo, la identidad, la maternidad, la sexualidad, la muerte y el cine mismo reaparecen con variaciones y capas de profundidad.
Las claves de su estilo son:
- Uso expresivo del color, influido por el cine de Douglas Sirk, el cómic, el pop art y el diseño de los años 50 y 60. Películas como Todo sobre mi madre (1999) o Volver (2006) son ejemplos perfectos de su paleta emocional.
- Narrativas no lineales y juegos temporales, como en La mala educación (2004), Los abrazos rotos (2009) o Dolor y Gloria (2019), donde el cine dentro del cine y la reconstrucción del pasado son clave.
- El protagonismo de las mujeres, convertidas en heroínas, víctimas y agentes activas de sus historias, con personajes inolvidables interpretados por Penélope Cruz, Carmen Maura, Marisa Paredes o Victoria Abril.
- Fusión de géneros, desde la comedia, el thriller, el drama social hasta el melodrama más clásico, con referentes en Douglas Sirk, Luis Buñuel, Fassbinder y Hitchcock.
- Reflexión sobre la identidad y el cuerpo, especialmente en títulos como La piel que habito (2011), donde el deseo y la transformación corporal se vinculan con el dolor y la violencia.
3. Personajes femeninos de Pedro Almodóvar
El universo cinematográfico de Pedro Almodóvar es reconocible por su sensibilidad kitsch, sus colores vibrantes, su desmesura emocional y, sobre todo, por su entrega a los personajes femeninos. Las mujeres en el cine de Almodóvar no son solo protagonistas: son el alma, el conflicto, el motor emocional, la carne y la herida de sus relatos. A través de ellas, el director ha explorado temas como la maternidad, la identidad, el deseo, la culpa, el dolor, el exilio, la memoria o la redención. Sus mejores personajes femeninos son, en mi opinión, los siguientes
3.1. Manuela (Todo sobre mi madre, 1999)
Cecilia Roth da vida a Manuela. En torno a ella se construye esta película que habla de la pérdida del hijo y de la imposibilidad de rehacer el pasado. Manuela es una madre muy almodovariana, que viaja al pasado en busca de redención, comprensión y reparación. Es resiliente y solidaria, una madre rota que se reconstruye desde el amor y sirve de apoyo a otras personas.
3.2. Raimunda (Volver, 2006)
Penélope Cruz interpreta a Raimunda que vive en el presente cuidando de que el pasado no la atrape de nuevo. De nuevo es una madre que guarda secretos y que lucha por proteger a su hija y a su familia pero que no va de víctima. Estamos ante una heroína popular con tintes lorquianos: trabajadora, astuta, sensual y trágica. Raimunda se convierte en un pilar familiar en un entorno rural fantasmal donde lo real y lo sobrenatural conviven.
3.3. Julieta (Julieta, 2016)
El personaje es interpretado por dos actrices, Emma Suárez y Adriana Ugarte, en diferentes momentos de su vida. Julieta teme el abandono y la imposibilidad de reconciliarse con su hija. La culpa es su principal motor narrativo. El relato es un descenso emocional hacia la introspección y el duelo. Estamos ante uno de los personajes más sobrios y contenidos de Almodóvar. Es una figura devastada por el silencio y la pérdida y marcada por el destino.
3.4. Pepa Marcos (Mujeres al borde de un ataque de nervios, 1988)
Carmen Maura se mete en este caso en la piel de Pepa que se enfrenta a una traumática ruptura en esta película que es una mezcla de slapstick y drama. Su motor es el deseo de entender y cerrar una relación fallida. Su inestabilidad emocional se transforma en un cómico torrente de acciones impulsivas. Pepa encarna la farsa emocional femenina. Es una figura exaltada por el melodrama, pero con una inmensa capacidad de supervivencia.
4. Las Chicas Almodóvar
Entran en esta categoría un grupo variopinto de actrices que han trabajado en repetidas ocasiones con el director manchego. Como hemos visto, sus personajes femeninos son poderosos y determinantes en cada una de sus historias. En realidad, ha creado iconos. Las «chicas Almodóvar» son mujeres de gran intensidad dramática, cómicas o trágicas, que encuentran en su cine una forma de catarsis. ¿Qué actriz se resistiría a una llamada de Pedro Almodóvar?
Son muchas las intérpretes inolvidables de sus obras, Victoria Abril, Verónica Forqué, Bibiana Fernández, Loles León, Elena Anaya, Cecilia Roth… y la lista sigue creciendo con actrices internacionales de la talla de Tilda Swinton o Julianne Moore. Todas ellas han abrazado sus papeles y son ya parte del universo Almodóvar. Yo destaco las siguientes:
4.1. Carmen Maura
Fue protagonista clave en la etapa inicial de Almodóvar y su primera gran musa. En sus papeles hizo tanto de madre sacrificada de clase trabajadora como de diva transgresora. Simbolizó la Transición política española, la mujer moderna, libre y contradictoria. Sus películas clave son ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), La ley del deseo (1987), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y Volver (2006). En su haber, su pasmosa habilidad para pasar del esperpento al drama.
4.2. Penélope Cruz
La musa del Almodóvar maduro. Se ha querido ver en ella una mezcla de Sophia Loren y Giulietta Masina. Posee una fotogenia clásica que el director ha explotado en diferentes registros dramáticos y estéticos, moviéndose entre lo maternal, lo sexual y lo trágico. Entre sus películas con Almodóvar destacan Volver (2006), Los abrazos rotos (2009), Dolor y gloria (2019) y Madres paralelas (2021).
4.3. Marisa Paredes
Encarnó a la gran dama del melodrama almodovariano con papeles que combinan la contención y tragedia. Así se revelan estos aspectos en La flor de mi secreto (1995) o en Todo sobre mi madre (1999), por poner solo unos ejemplos. Su voz y su presencia remiten a un tipo de cine clásico y teatral muy del gusto de Pedro Almodóvar.
4.4. Rossy de Palma
Es la Musa “cubista” de Almodóvar. Su físico inusual y su carisma han sido clave para el tono surrealista de películas como Kika (1993) o La flor de mi secreto (1995).
4.5. Chus Lampreave y Julieta Serrano
Chus puede ser la abuela, la vecina, la portera o la monja, da igual. Es la referente de la sabiduría popular y del surrealismo cotidiano. Se convirtió en actriz fetiche de Pedro Almodóvar para esos papeles secundarios que roban la escena. Los papeles almodovarianos de Julieta Serrano han cautivado a los espectadores. Cabe recordar que recibió el Goya a Mejor actriz de reparto por Dolor y Gloria (2019).
5. Principales escenarios de las películas de Pedro Almodóvar
5.1. La Mancha: el origen emocional
Calzada de Calatrava (Ciudad Real) es el pueblo natal de Almodóvar. Aunque sus escenas manchegas no están rodadas en esta localidad, el espíritu de la zona impregna algunas de sus obras como Volver (2006), ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984) o Dolor y gloria (2019). En cualquier caso, la idiosincrasia y arquitectura de La Mancha están presentes de forma recurrente en sus filmes: casas encaladas, patios interiores, creencias populares, secretos familiares, mujeres de negro, tradiciones católicas o vecinas chismosas. Elementos de la España profunda lorquiana y femenina. Todo ello en un tono que mezcla costumbrismo con tragedia griega.
5.2. Madrid: el laboratorio de emociones y libertad
Madrid, y en concreto los barrios de Malasaña y Chueca fueron en los años 80 el epicentro de La movida madrileña. La ciudad es más que un escenario: es un personaje. En Laberinto de pasiones (1982) o Pepi, Luci, Bom… (1980), Madrid es joven, punk, sexual y marginal.
En los años 90 y 2000 Pedro Almodóvar vuelve su mirada al Madrid burgués que se aprecia en Tacones lejanos (1991), La flor de mi secreto (1995) o Julieta (2016). La ciudad se vuelve sofisticada y ambigua. Pisos modernos, cafés, hospitales privados, radios clandestinas o centros culturales le sirven como contenedores emocionales de sus historias.
Más allá de estos barrios, Madrid está muy presente en la obra del manchego donde encontramos tanto una glamurosa Gran Vía como un popular y multicultural Lavapiés.
Capítulo aparte merecen los cuidados interiores de las películas de Almodóvar. Los apartamentos están decorados con precisión y detalle. El mobiliario, los libros, los cuadros, las lámparas y otros objetos que aparecen son el reflejo de la vida y la mente de sus personajes.
6. Reconocimientos y premios de Pedro Almodóvar
Pedro Almodóvar ha cosechado una impresionante lista de premios nacionales e internacionales, entre ellos cabe destacar Dos premios Oscar: Mejor película extranjera por Todo sobre mi madre (1999) y Mejor guion original por Hable con ella (2002), además de múltiples nominaciones. En los Premios Goya sus películas se han hecho con 10 galardones en diferentes categorías, incluyendo Mejor Dirección y Mejor Película.
Pedro Almodóvar es también un viejo conocido en el Festival de Cannes ya que allí ha sido reconocido con el Premio al Mejor Director por Todo sobre mi madre (1999) y ha participado en secciones oficiales con Julieta (2016) o Dolor y gloria (2019). El Festival de Venecia le concedió el León de Oro honorífico a toda su carrera en 2019. Igualmente, el Festival de San Sebastián le ha otorgado la Concha de Oro honorífica y diversos premios por su filmografía.
En el ámbito europeo, Pedro Almodóvar es también un director reconocido y con gran impacto. Así lo atestiguan los Premios BAFTA, César y European Film Awards,
7. Influencia de Pedro Almodóvar en el cine español e internacional
Almodóvar ha sido clave para posicionar el cine español en el panorama mundial desde una autoría sin complejos. Fundador, junto a su hermano Agustín, de la productora El Deseo, ha dado impulso a nuevas voces del cine español y ha defendido siempre la libertad creativa, los vínculos con la tierra y la tradición, así como la diversidad.
Su influencia se deja sentir en directoras de cine españolas como Isabel Coixet, así como en cineastas todoterreno como Álex de la Iglesia o Paco León. Muchos directores del panorama internacional han mostrado su admiración por Pedro Almodóvar y en muchos de ellos se nota su inspiración. Su mezcla de intensidad emocional, ironía y compromiso se ve reflejada en el trabajo de otros.
Con su último largometraje La Habitación de al Lado (2024) y sus mediometrajes La voz humana (2020) y Extraña forma de vida (2023), ha demostrado ser fiel a su estilo llegando a una madurez estilística que dialoga con sus obsesiones de siempre desde un tono más sereno, autorreflexivo y depurado y casi siempre acompañado por su compositor favorito, Alberto Iglesias, con quien inició una de las colaboraciones Compositor-Director más fructíferas de la historia del cine.
Pedro Almodóvar, en definitiva, ha demostrado que es posible hacer un cine que es a la vez profundamente español y profundamente universal. Su obra es una celebración de la vida, del deseo y del cine como medio de expresión total. Su influencia perdura no solo por sus películas, sino por haber abierto caminos para otras generaciones que, como él, creen que la emoción es un acto radical.
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