Richard Linklater. El cronista del tiempo y lo cotidiano
En una era dominada por las franquicias, los efectos digitales y las estructuras narrativas rígidas, Richard Linklater destaca como uno de los autores más singulares del panorama cinematográfico actual. Linklater ha construido una filmografía centrada en el paso del tiempo y en las relaciones. Por algo Richard Linklater es el cronista del tiempo y lo cotidiano en el cine.
1. Linklater. Cine de Autor Estadounidense
Como filmmaker, su obra explora el paso del tiempo, la experiencia humana y el poder transformador de la conversación. En su búsqueda permanente del realismo existencial, podría decirse que Linklater es uno de los mayores representantes del cine independiente americano.
Si bien, la obra de Linklater puede denominarse cine de autor, el director texano se mueve cómodamente entre el cine independiente más extremo (Slacker, Waking Life) y el cine comercial mainstream (Escuela de Rock, Hit Man). Su firma autoral no reside en la extravagancia formal, sino en la constancia temática y en su observación del tiempo.
Su mirada es ética y nada agresiva, más bien comprensiva del alma del ser humano. Como Ozu o como Rohmer, Linklater encuentra la poesía en la rutina, y la emoción en el paso imperceptible del tiempo.
2. Temáticas del cine de Richard Linklater
Linklater es un director que no tiene miedo de penetrar en terreno filosófico; sin embargo, no deja de ser accesible. Sus películas no se centran en la acción externa, sino en el paso del tiempo, las conversaciones y el crecimiento interior de los personajes. Entre los temas principales que descubrimos en sus filmes, destacan el tiempo como estructura narrativa y existencial y la conversación como motor dramático. También el paso de la juventud a la madurez como momentos en los que el ser humano construye su identidad. Y en relación con lo anterior, el papel que juegan el amor y las relaciones personales en dicha construcción, al igual que la educación, la cultura o la política.
2.1. El tiempo como Materia Prima en la Obra de Linklater
Si hay un eje estructural que recorre la obra de Linklater, es el tiempo. Pero no el tiempo épico, ni el tiempo dramático, sino el tiempo real, aquel que se experimenta en la vida diaria: los minutos que dura una conversación, los años que transcurren sin grandes cambios, las décadas que se nos acumulan casi sin darnos cuenta…
En Boyhood (2014), Linklater filma durante 12 años a un mismo grupo de actores, capturando literalmente el envejecimiento y la evolución emocional del protagonista sin efectos especiales ni sustituciones. En la Trilogía Before —Before Sunrise (1995), Before Sunset (2004) y Before Midnight (2013)— explora una historia de amor intermitente en tres momentos clave de la vida de dos protagonistas, separados por nueve años cada uno. Esta relación así contada es una declaración estética: el tiempo no es solo un marco, sino el verdadero protagonista de su cine.
En este sentido, Linklater se sitúa en la estela de cineastas como Éric Rohmer, cuyas películas también se centraban en lo banal y lo aparentemente insignificante para revelar verdades profundas sobre el alma humana.
2.2. La Palabra, lo Cotidiano y lo Filosófico para Linklater
Donde otros directores priorizan la acción, Linklater prioriza la palabra. Sus personajes hablan —y mucho—, pero rara vez sus diálogos son banales. En películas como Waking Life (2001) o Antes del Amanecer (1995), los diálogos se convierten en herramientas filosóficas para indagar sobre el amor, el libre albedrío, el arte, la muerte o el sentido de la vida. Pero, a diferencia de un cine filosófico académico (como el de Godard en sus etapas más densas), Linklater mantiene un tono cálido, accesible, y profundamente humano.
La cotidianidad es otro pilar. Sus personajes comen, caminan, ríen, hacen planes triviales, conversan de música o cultura pop… pero todo ello está impregnado de sentido. Hay una apuesta por un realismo emocional, donde lo cotidiano tiene una profundidad casi espiritual.
Aquí, Linklater se emparenta con Noah Baumbach (Una Historia de Brooklyn (2005), Historia de un Matrimonio (2019), que también emplea la palabra y lo doméstico como campo de batalla emocional, aunque con un tono más cáustico y neurótico.
Igualmente comparte el mismo tipo de sensibilidad con Greta Gerwig, especialmente en Lady Bird (2017), donde los pequeños gestos familiares construyen todo un retrato generacional.
2.3. Del Coming-of-age al Amor Adulto
Linklater ha explorado con precisión el paso de la juventud a la madurez. Movida del 76 (1993) y Todos Queremos Algo (2016) son retratos nostálgicos de la adolescencia y el paso por la universidad. En Boyhood, ese paso se transforma en una epopeya íntima donde cada año cuenta. Y en la Trilogía Before asistimos al envejecimiento del cuerpo y del alma en pareja, con sus altibajos emocionales, sus ilusiones rotas y sus reencuentros inesperados.
Sofia Coppola, en Lost in Translation o Somewhere, también filma el paso del tiempo emocional, aunque desde una perspectiva más contemplativa y melancólica.
Terrence Malick, especialmente desde El Árbol de la Vida, comparte con Linklater esa preocupación por el tiempo y el crecimiento humano, aunque desde un tono más abstracto, lírico y religioso.
2.4. El cine como Acto de Presencia
Richard Linklater no filma para impresionar, sino para acompañar. Sus películas no estallan, respiran. No dictan, preguntan. Y sobre todo, no olvidan que el cine es una forma de estar en el mundo, de prestar atención, de cuidar la conversación y de honrar el presente.
En un momento donde el entretenimiento audiovisual se conduce por caminos de vértigo, el cine de Linklater es un acto de presencia. Él viene a demostrar que un acto de que lo más sencillo —una caminata, una charla, una canción— puede ser profundamente cinematográfico y profundamente humano.
2.5. Animación y Experimentación Formal
Aunque se asocia a Linklater con un estilo naturalista y directo, ha sido también un innovador formal. Sus películas de animación rotoscópica —Waking Life (2001) y A Scanner Darkly (2006)— exploran estados alterados de conciencia, simulaciones perceptivas y futuros paranoicos. Lejos de ser un ejercicio superficial, esta técnica permite que lo filosófico y lo sensorial convivan en un mismo plano.
3. Estilo cinematográfico de Linklater
Como cineasta independiente (salvo proyectos concretos), Richard Linklater no ha dependido de grandes estudios americanos y esa circunstancia se refleja en su gran libertad formal a la hora de contar sus historias. Desde Slacker (1990), que revolucionó el indie con su estructura de relatos encadenados, ha defendido una ética de producción basada en el control autoral, la experimentación narrativa y la fidelidad a su voz personal, aunque ello le suponga contar con menos presupuesto. En ese sentido, comparte territorio con Jim Jarmusch o Kelly Reichardt, quienes también han construido una obra personal con sus propios ritmos desde los márgenes.
El uso que Richard Linklater hacer de los planos largos en escenarios naturales llevan a definir su estilo como Naturalista, a lo que contribuyen también las actuaciones contenidas de sus actores. Sus tramas, como ya hemos visto, son temas de la propia vida en las que sobresalen los ritmos vitales y las relaciones humanas, en ocasiones desde un punto de vista colectivo y coral. Otra de sus características es la utilización del Tiempo, ya sea real o expandido. Algunas de sus películas transcurren en pocas horas (Trilogía Before) y otras a lo largo de una década (Boyhood). Por otro lado, la conversación es uno de los puntos claves en la filmografía de Linklater. Sus personajes hablan con sentido, profundidad, inteligencia y autenticidad. Es éste uno de los puntos donde más se nota la influencia del cine europeo, especialmente de Éric Rohmer, François Truffaut, Bergman, Kieślowski y del Neorrealismo Italiano.
4. Linklater y la teoría del autor en el siglo XXI
Desde la perspectiva de la teoría del autor —formulada por Truffaut y desarrollada por críticos como Andrew Sarris o David Bordwell—, Richard Linklater califica plenamente como autor: posee una visión del mundo coherente, una estética reconocible, una voz singular y un dominio total de su obra.
Pero en el siglo XXI, donde el concepto de autor ha sido relativizado por las producciones en serie o el algoritmo de las plataformas, Linklater representa una resistencia ética y estética. Su cine apuesta por la complejidad de la experiencia humana, sin moralismos ni espectacularidad. Es uno de los pocos directores que ha hecho del tiempo no solo un tema, sino una forma de trabajo, una forma de vivir.
5. Las 8 mejores películas de Richard Linklater
A continuación os dejo mi selección de sus 8 mejores filmes:
5.1. Slacker (1990)
Estamos ante un ejemplo de Cine Experimental que no cuenta con un personaje central. La película es un retrato de un día en Austin, Texas, siguiendo a diferentes personas. En su momento, fue referencia y pilar fundacional del cine indie americano de los 90. Fue precursora de películas como Pulp Fiction por su estructura desfragmentada.
5.2. Movida del 76 (1993)
Situada en el último día de clases en el año 1976, es un retrato coral de adolescentes texanos donde se ponen de manifiesto los valores de la cultura pop juvenil y la libertad. Una de las películas de adolescentes más apreciadas del cine indie que sirvió para lanzar la carrera de Matthew McConaughey.
5.3. Trilogía Before (1995-2013)
Jesse y Céline se encuentran en tres momentos diferentes de sus vidas. Tres películas donde los mismos personajes viven sus vidas y que hablan del amor, del idealismo, de la juventud y del paso del tiempo. La Trilogía Before es una lección de cine.
5.4. Waking Life (2001)
A través de animación rotoscópica, Richard Linklater nos cuenta la historia de un joven que vaga por un mundo onírico mientras escucha a filósofos y pensadores hablar sobre la conciencia, el tiempo y la existencia. Se convirtió en una obra de culto que combina estética innovadora con contenido altamente intelectual.
5.5. Escuela de Rock (2003)
Un músico fracasado enseña rock a niños de una escuela de élite. Una comedia comercial que tiene el sello de Linklater visible en su aproximación a la vida y al amor por la música. Hasta Hit Man (2024), fue su película más taquillera por su capacidad de llegar a todos los públicos.
5.6. Me and Orson Welles (2008)
Un joven actor se involucra en una producción teatral de Orson Welles en los años 30. Linklater convierte esta historia basada en la realidad de uno de los directores de cine más influyentes en un ejercicio sobre la genialidad, el ego y el espectáculo.
5.7. Boyhood (2014)
Rodada entre 2002 y 2013 con los mismos actores y en tiempo real, cuenta la vida de un niño desde los 6 hasta los 18 años. Richard Linklater vuelve a algunos de sus temas preferidos: familia, adolescencia, educación y relaciones personales y realiza toda una proeza cinematográfica que revoluciona el cine narrativo. Podría decirse que es el testamento artístico del Linklater maduro. Esta película se vio reconocida y muy merecidamente, con el Oso de Plata en Berlín, el Globo de Oro a Mejor Película y el Oscar a Mejor Actriz Secundaria (Patricia Arquette).
5.8. Hit Man. Asesino por Casualidad (2023)
Richard Linklater retoma el tono de comedia romántica con toques de noir en su penúltima película. Hit Man. Asesino por Casualidad se basa en una historia real de un hombre que se hacía pasar por asesino a sueldo.
Esperamos con curiosidad el estreno de su último filme presentado en el Festival de Cannes, Nouvelle Vague.
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