Martin Scorsese. La mirada moral del cine actual
Si hay un director de cine americano reconocible en el mundo entero, ese es Martin Scorsese. Su filmografía es extensa y variada pero siempre encuentras en ella su toque de genialidad autoral. Dedico este post a Martin Scorsese. La mirada moral del cine actual.
Encuadrado en la generación del Nuevo Hollywood -un grupo de cineastas estadounidenses que le dieron un nuevo aire al cine americano- Martin Scorsese se inspiró en los creadores de movimientos europeos como la Nouvelle Vague o el Neorrealismo italiano, sin olvidar a los clásicos del Viejo Hollywood.
1. Estilo cinematográfico de Martin Scorsese
Varios recursos narrativos son consustanciales al director, a saber:
- Movimientos de cámara: travellings, slow motion, planos secuencia…
- Montaje rápido y con ritmo
- Música diegética con peso dramático
- Voz en off
Podría decirse que el cine de Martin Scorsese es capaz de combinar un realismo de estilo documental con una gran estilización de las escenas de acción y violencia. Además, éste está imbuido de un profundo sentido moral y religioso heredado de sus raíces italianas y su educación católica. A menudo, sus protagonistas se enfrentan al pecado, la culpa y la redención espiritual, vinculándole en tal aspecto con Paul Schrader. Esa dimensión ética eleva las historias criminales de Scorsese a parábolas sobre la condición humana.
2. Temas recurrentes en el cine de Martin Scorsese
Entre los temas que aparecen en sus películas cabe destacar:
- La culpa y el perdón: en películas como Malas calles (1973) o Silencio (2016), sus personajes buscan la redención de sus pecados mediante el sufrimiento.
- La violencia y el poder: los comportamientos brutales y faltos de escrúpulos se dan en sus personajes como reflejo del caos interior.
- La identidad masculina y la fe: la virilidad herida, el orgullo y la espiritualidad son habituales en las historias de Martin Scorsese.
- La obsesión y la autodestrucción: en ocasiones, los personajes scorsesianos se destruyen a sí mismos en su búsqueda de significado a sus vidas.
- La ciudad como lugar de depravación moral: Nueva York es su escenario emblemático; la ciudad en general ofrece un rosario de situaciones que favorecen la violencia en la lucha por la supervivencia.
3. Influencias cinematográficas de Martin Scorsese
El paso de Scorsese por la Escuela de Cine en su ciudad natal, Nueva York, le sirvió al cineasta para adentrarse en universos ajenos al clasicismo americano, tales como el neorrealismo italiano de Vittorio De Sica o Roberto Rossellini y la Nouvelle Vague de Jean-Luc Godard y François Truffaut.
Esta revisión del cine europeo no le impidió absorber lo mejor de algunos de los directores estadounidenses y británicos más influyentes como John Ford o Alfred Hitchcock. Por otro lado, el ritmo de sus películas debe mucho al montaje del ruso Serguéi Eisenstein, así como el dúo Powell/Pressburger le indicó el camino de la utilización del color como recurso expresivo y la puesta en escena.
4. Mis películas preferidas de Martin Scorsese
La obra de Scorsese es inmensa. En sus más de 40 producciones hay documentales, cortometrajes, largometrajes y series de televisión. Hasta dirigió uno de los más afamados remakes de la historia del cine: Infiltrados (2006), que es su propia versión del thriller hongkonés Juego Sucio (2002) de Andrew Lau y Alan Mak.
4.1. Malas calles (1973)
Es su primer film plenamente personal. Ambientada en el barrio neoyorquino donde Scorsese creció, muestra la tensión entre la fe y la violencia. La cámara en mano y el montaje fragmentado ayudan a poner de relieve el conflicto moral del protagonista. La música —Be My Baby de The Ronettes— no es un simple acompañamiento de las imágenes, sino que sirve de apunte irónico y emocional: la música pop se convierte aquí en la banda sonora del pecado.
4.2. Taxi Driver (1976)
Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, Taxi Driver es el retrato amargo de un veterano de Vietnam inmerso en su propia alienación urbana y desequilibrio. La cámara de Scorsese convierte Nueva York en un purgatorio y la partitura de inspiración jazzística de Bernard Herrmann refuerza la sensación de paranoia. Es una obra que habla de la soledad y de la violencia redentora con clara influencia del Cine Negro con toques de existencialismo.
4.3. Toro salvaje (1980)
Rodada en un blanco y negro estilizado, cuenta la historia del boxeador Jake LaMotta que se convierte en sus manos en una tragedia religiosa sobre la autodestrucción y la culpa. El montaje de Thelma Schoonmaker y la cámara lenta durante los combates transforman el ring en un espacio espiritual. La música clásica italiana (Cavalleria Rusticana) otorga tono de ópera moral: la violencia física como vía de redención espiritual.
4.4. Uno de los nuestros (1990)
Podría considerarse la obra maestra del cine de gánsteres de Scorsese. En ella el director juega a mezclar estilos de típicos de documental, de ficción y de videoclip: cámara frenética, montaje rítmico y canciones de rock que definen épocas y emociones. El tema central en torno al que se articula la historia es la atracción y la corrupción del poder. La voz en off y el uso de la música popular que conforman su banda sonora convierten las peripecias de unos criminales en una sinfonía donde se dan el glamour y la decadencia.
4.5. Casino (1995)
Esta película sería la evolución natural y la versión barroca de Uno de los Nuestros. Destacan en ella su deslumbrante escenografía y su omnipresente y variada música diegética que va desde Bach a los Rolling Stones. La estructura coral y el montaje fragmentado construyen una oda al exceso. Bajo la lupa de Martin Scorsese se aprecia cómo el sueño americano de su protagonista se desliza hacia la depravación a través del lujo. De nuevo una ciudad -aquí Las Vegas- se convierte en metáfora del pecado.
4.6. El irlandés (2019)
Esta película es una reflexión sobre el crimen y la muerte. Scorsese revisa el género que lo hizo célebre adoptando en esta ocasión un tono elegíaco y crepuscular. El uso de viejas baladas estadounidenses y de silencios prolongados reemplazan los movimientos de cámara y el ritmo frenético de su cine anterior por un ritmo más pausado, casi contemplativo. Podría decirse que es su testamento sobre la culpa, el tiempo y la memoria.
4.7. Los asesinos de la luna (2023)
Con esta película Scorsese nos regala un relato estremecedor sobre una oscura historia real ocurrida en los Estados Unidos de los años 20 recurriendo para ello a su propio punto de vista. De nuevo, Martin Scorsese pone sobre la mesa algunos de sus temas preferidos, la ambición y el dinero de unos desalmados se imponen sobre una comunidad utilizando la violencia hasta acabar con ella. Los Asesinos de la Luna nos enfrenta a lo peor del ser humano.
5. Influencia de Martin Scorsese en otros cineastas
La huella de Scorsese es inmensa. Cineastas como Paul Thomas Anderson, David O. Russell, Todd Phillips, Darren Aronofsky, James Gray o Ben Affleck han heredado su retrato moral del hombre americano, su estética urbana, su montaje dinámico y su uso de la música popular dándole su significado narrativo. En Europa, directores como Paolo Sorrentino, Nicolas Winding Refn o Jacques Audiard han recogido su influencia en la fusión de violencia y espiritualidad.
Pero su influencia no se queda en el cine, sino que ha traspasado pantallas y ha permeado a las series de televisión. Su huella en series como Los Soprano, Breaking Bad o Boardwalk Empire, en la que participó como productor, es indiscutible
6. La influencia de Martin Scorsese en las series de televisión actuales
La edad de oro de la ficción televisiva llegó a partir de los años 2000. Es a partir de este momento cuando se hace evidente que muchos de los temas, los tratamientos y la estética del cine de Martin Scorsese han sido absorbidos por los creadores de series de TV. El poder, la culpa, la corrupción y el crimen en entornos ciudadanos tan scorsesianos pueden vislumbrarse en muchas de las series actuales.
6.1. Los Soprano: drama al estilo Scorsese (1999-2007)
Pocas series encarnan tanto la influencia de Scorsese como Los Soprano de David Chase. Aunque él no participara directamente, la serie se mira en el espejo de Uno de los Nuestros, que fue, en palabras de su creador, su biblia estilística. Tony Soprano es un hombre dividido entre el crimen, la familia y la culpa. En Los Soprano, el tratamiento visual, la naturalidad de los diálogos, el humor negro y la integración de canciones pop como contrapunto emocional provienen directamente del cine de Scorsese. La violencia se muestra con la misma crudeza aunque el formato episódico permite combinarla con algo más de introspección psicológica de los personajes.
6.2. Boardwalk Empire: la herencia de Martin Scorsese (2010-2014)
Scorsese dirigió el piloto y fue productor ejecutivo de esta serie de Terence Winter —guionista de Los Soprano— ambientada en los tiempos de la Ley Seca. El episodio piloto estableció el tono visual de toda la serie: cámara fluida, montaje elegante, uso simbólico del color y una banda sonora que alterna jazz histórico con temas modernos recontextualizados. Boardwalk Empire hereda algunas de las obsesiones de Scorsese: la corrupción del poder y del dinero, así como su característica y teatral puesta en escena.
6.3. Vinyl: la melomanía scorsesiana (2016)
Scorsese repitió la misma fórmula con esta otra serie co-creada con Mick Jagger y Terence Winter. Aunque no tuvo el éxito esperado y fue cancelada tras la primera temporada, Vinyl resume otro aspecto esencial de su influencia: la fusión de cine, música y cultura popular como motor narrativo. La serie muestra la escena musical neoyorquina de los años 70 desde la mirada de un productor adicto y visionario y refleja la manera en que Scorsese entiende la música no como fondo, sino como estructura dramática para marcar estados emocionales de los personajes y ritmo de montaje. Su estética de cámara en movimiento constante y su tratamiento febril de la adicción remiten directamente a Toro salvaje y El lobo de Wall Street.
7. De Scorsece al drama moderno: Breaking Bad, Peaky Blinders y Succession
El modelo narrativo y temático de Scorsese ha permeado buena parte del drama contemporáneo. Muchas de las series de televisión actuales adoptan el ritmo de montaje típico de Scorsese—secuencias que alternan violencia, comedia y música— y el uso del voice over para trasladar la vida interior del protagonista. Espiritualmente, sus personajes atormentados por el pecado han dejado paso al antihéroe moderno de la televisión: complejo, carismático y autodestructivo. Desde Don Draper (Mad Men) hasta BoJack Horseman, todos comparten la herencia moral del catolicismo cultural de Scorsese: culpa, deseo y redención.
Veamos algunas de las más emblemáticas:
- En Breaking Bad, Vince Gilligan aborda la caída moral y la fascinación por el crimen del personaje principal como vía de transformación espiritual. Walter White es un antihéroe que podría convivir con Travis Bickle o Henry Hill.
- En Peaky Blinders, Steven Knight aplica la estética barroca, los travellings estilizados y el uso musical anacrónico típicos de Scorsese: rock moderno sobre ambientación histórica, violencia filmada con lirismo y personajes movidos por la culpa y la ambición.
- En Succession, Jesse Armstrong traslada la estructura moral de Casino o El irlandés a la alta esfera del capitalismo contemporáneo: familias disfuncionales, el poder como un peso y una condena y música irónica que acompaña la decadencia.
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