Crítica The Last of Us Temporada 2
Después de varias semanas de emisión, la temporada 2 de The Last of Us, la serie de MAX, ha llegado a su final con 7 episodios a sus espaldas. Aquí mi crítica.
The Last of Us nació en 2013 en otro medio audiovisual: el videojuego. Un medio que no se rige solo por el lenguaje cinematográfico, sino por mecánicas y jugabilidad narrativas. Si su primer título fue un éxito absoluto, en parte por su carácter puramente cinematográfico, el segundo (estrenado en 2020) dividió mucho a los fans del primero. La polémica fue irremediable e irrefrenable, tanto por los eventos narrados en la historia como por la forma de contarla. Pero lo cierto es que The Last of Us Parte 2 es uno de los mejores juegos de su generación. Es arriesgado, maduro, ambicioso y emocionante. Uno de los mayores hitos del Triple A, a pesar del odio que sigue recibiendo 5 años después de su salida.
La adaptación del primer videojuego a un formato serial se dio en 2023 con The Last of Us (HBO) bajo la dirección de Neil Druckmann (creador del juego) y Craig Mazin (Chernobyl). Éste dividió la historia en 9 capítulos de entre 45 minutos y 1h20m de duración. Su adaptación parecía sencilla, ya que la historia del juego se divide también en capítulos. La complejidad residía en los detalles o eventos añadidos a la historia, o directamente cambiados u omitidos. Esto provocó que la serie acumulase tanto aciertos (como el 1×03, cambiando la historia de Bill y Frank) como errores (subtramas desaprovechadas, personajes secundarios desdibujados, un clímax apresurado). Por no hablar de la deficiencia creativa de muchos de sus directores, con una narrativa pobre en lo visual y redundante en montaje.
La adaptación del segundo videojuego parecía improbable, pero aquí estamos. Así que, toca analizar cómo han adaptado la historia y qué tal ha resultado la segunda temporada.
La temporada 2 de The Last of Us sitúa la acción 5 años después de los eventos de la primera temporada. Después de que Joel (Pedro Pascal) asesinase a un hospital entero con tal de que Ellie (Bella Ramsay), la posible cura para la humanidad, viva. Tras esto, todo ha cambiado. Las vidas de ambos se han normalizado y ahora viven asentados en la comunidad de Jackson, dirigida por Tommy (Gabriel Luna), el hermano de Joel. Joel es una persona querida por su familia y respetada por los habitantes como Jeese (Young Mazino) o Dina (Isabela Merced). Por su parte, Ellie continúa su formación mientras se desarrolla su relación con Dina, amiga e interés amoroso de la protagonista. Pero tras esta apariencia de normalidad, la relación entre Joel y Ellie se encuentra en un punto crítico.
Hay múltiples diferencias entre el inicio del juego y de la serie. Para empezar, el juego comienza después de los eventos que descubrimos en el primer capítulo, así que podemos decir que todo es nuevo. Vemos a Ellie entrenando el combate cuerpo a cuerpo (señal de que ahora se desenvuelve bien en la lucha) y yendo de patrulla con Dina. Vemos a Joel yendo a terapia con un nuevo personaje, Gail (Catherine O’Hara), tratando de lidiar con la distancia entre él y Ellie. Se celebra el famoso baile de fin de año, en el que Ellie y Dina se besan. Además, conocemos de primera mano a la antagonista, Abby (Kaitlyn Dever), en una escena inédita. Una que deja clara sus motivaciones para viajar a Jackson en busca de Joel. Abby lidera a un pequeño grupo de luciérnagas en busca de venganza. Y la consiguen.
En el 2×02 sucede el evento más importante y divisorio del juego: la muerte de Joel. Aunque hay cambios (el ataque de la horda a Jackson), el acto es muy similar. Joel, ahora acompañado por Dina y no por Tommy como en el juego, cae en la trampa de Abby. Ellie llega para rescatarle, pero es brutalmente asesinado delante suya. Mientras que en el juego, las motivaciones de Abby son un misterio para el jugador, aquí Mazin se asegura de que conozcas el contexto. Un cambio bastante radical y narrativamente innecesario, aunque comprensible para futuras temporadas. El mayor problema del segundo capítulo no es su escritura, ya que contiene decisiones sumamente interesantes (el monólogo de Abby, brillantemente interpretada por Dever, muy diferente a la del juego), sino de dirección. El trabajo de Mark Mylod deja bastante que desear, más todavía si lo comparamos con el material original.
Si la primera temporada tenía problemas en la dirección (una planificación bastante pobre, unos espacios visualmente desaprovechados, etc) la segunda mejora considerablemente estos apartados. Todos los capítulos, con excepción del segundo, están más cuidados y mejor rodados. De nuevo, destaca la dirección de Peter Hoar en el 2×03, donde muestra la misma sensibilidad y talento que en el 1×03 (el capítulo de Bill y Frank). ¡Solo la secuencia en el cementerio de Jackson es mejor que todo el segundo capítulo!. Y aunque el grueso de la historia se encuentra en los capítulos de Seattle, el capítulo mejor escrito y dirigido es el 2×06, a cargo de Neil Druckmann y Halley Gross. Este episodio, que recopila todos los flashbacks del juego, se alza como el mejor capítulo de la serie por su sensibilidad, tanto narrativa como interpretativa. La mejor interpretación de Pedro Pascal está aquí.
Durante el grueso de la historia, hay luces y sombras. Cambios que han sido para mejor y otros para peor. Dina, interpretada por Isabella Merced, es una de las grandes incorporaciones para la serie. Mientras que en el juego, su participación se limita a ser compañera deseada, la implicación del personaje en la historia de la serie es categóricamente mayor. El énfasis en la relación amorosa entre Ellie y Dina tiene una estructura diferente, que se beneficia del formato serial. El arco de Ellie también es diferente, debido a un cambio de enfoque. Mientras que en el juego, la sed de venganza se expresa mediante el gameplay (violencia continua), la serie lo vuelve más sutil y moderado. Ellie muestra dos caras: una para Dina, siendo más dulce y juvenil, y otra para sus enemigos, convirtiéndose en el personaje sanguinario y egoísta del juego.
Una de las mayores pérdidas en el proceso de adaptación ha sido la violencia. Tratándose de un juego de acción, es curioso como estos momentos están simplificados o directamente omitidos en la serie. Y cuando los hay, resultan decepcionantes. Ya no solo desde el punto de vista cinematográfico (aunque repito, están mejor rodados que en la temporada 1), sino desde el punto de vista creativo. Esto no sería un grave problema si no fuese porque a la serie le falta tiempo para desarrollar el arco de su protagonista. Expresar la furia de Ellie por medio de los combates ha sido una oportunidad perdida, sobre todo porque esto ha sido eliminado en la sala de montaje. Esa decisión provoca una sensación de apresuramiento por un lado y de interés por parte de los creadores en profundizar en el aspecto más deshumanizado de Ellie por otro.
El final de temporada ha sido tan divisorio como lo fue en el juego. La historia se divide en dos y ahora el punto de vista pasa a ser el de Abby, quien hasta ahora ha sido la villana. El juego, y ahora la serie, plantea un ejercicio de empatía radical para explorar sus temas: el círculo de odio, las consecuencias de la venganza, el arco de redención y el perdón. La historia de Abby no tiene absolutamente nada que ver con la de Ellie y, por supuesto, hay muchas ganas de ver cómo adaptan todo su viaje.
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