La producción audiovisual y sus tipos
Una producción audiovisual es la realización de un contenido audiovisual desde su concepción hasta su utilización final en uno o varios medios. Por sencilla que sea una producción audiovisual, su preparación, planificación, rodaje, postproducción y distribución supone un proceso largo y complejo. De una buena planificación puede salir una buena producción o no pero lo que sí es seguro es que de una mala planificación no va a salir nunca una buena producción. Tan importante es.
Independientemente de la duración y del género de que se trate, las fases de una producción son básicamente las mismas. En este post referido al proceso creativo de un videoclip puedes repasarlas.
Más que en los procesos antes referidos, me quiero enfocar en esta entrada en los tipos más comunes de contenidos audiovisuales que nos podemos encontrar.
Son muchos y muy diferentes los tipos de producciones audiovisuales que circulan en la actualidad. Algunos nacieron con el cine o la TV hace muchos años y otros se han desarrollado recientemente al albur de las nuevas necesidades de comunicación y promoción que ofrecen los medios digitales.
Caben aquí desde la clásica película de cine al videobook. Veamos cuáles son los principales:
Largometraje de ficción
Aunque ya ha perdido parte de su encanto, el largometraje de ficción sigue siendo el rey de los contenidos. A raíz del establecimiento de una potente industria en los EEUU que nació en los años 30, las películas se convirtieron en el gran producto audiovisual de entretenimiento de masas. Relevantes productores, guionistas, técnicos y todo un «star system» sustentaron una forma de ocio que tenía en la sala de cine su templo. Porque sí, las películas se concebían para su proyección en pantalla grande y a oscuras. Un par de datos nos dan medida del volumen de negocio de la industria americana. 8 de los 10 éxitos de taquilla de 2022 fueron producto de Hollywood y las principales empresas del sector de producción y distribución audiovisual provienen de EEUU.
Hoy las cosas son muy diferentes. La sociedad actual tiene otras necesidades, se han creado nuevos focos de producción de cine y TV en otras partes del mundo (especialmente en China e India), el ocio se ha diversificado y la forma de consumir entretenimiento también pero ya llegaré a ese punto más adelante. Para aquéllos que deseéis profundizar más en los datos disponibles de la industria de la producción audiovisual global, os dejo un enlace a Estatista.
TV Movie o largometraje para TV
Las cadenas de TV, ya sean abiertas o de pago, tienen que llenar muchas horas con contenidos audiovisuales. En muchas ocasiones los grandes títulos cinematográficos son costosos de adquirir y se reservan para las franjas horarias de mayor audiencia y venta publicitaria. De esta necesidad televisiva nació la película para televisión o TV movie, que viene a ser una película de menor presupuesto y medios pensada para su explotación en TV y no en sala de cine.
Como producto audiovisual, la TV movie es una producción de serie B por presupuesto y planteamiento argumental. En todas las cadenas de TV del mundo podemos ver ejemplos de estos telefilmes cumplir su misión y conectar con sus audiencias.
Largometraje documental
Podríamos decir que el largometraje documental es el cine de no-ficción o de realidad. En él se presenta una historia real contada de acuerdo a unos esquemas algo diferentes de la ficción. Son elementos recurrentes del género documental el uso de imágenes reales, bien sean de archivo o rodadas específicamente para la obra, la utilización de entrevistas o declaraciones de los intervinientes, recreaciones de escenarios, narración en off, etc. Sin embargo, hay tantos documentales como autores y muchos de éstos no siguen la estructura clásica y rompen moldes.
Muy de actualidad están los llamados documentales «true crime», que repasan las investigaciones y los datos conocidos sobre casos reales.
El largometraje documental puede estrenarse en sala de cine aunque su recorrido es más corto que el de un largometraje de ficción. En ocasiones se realizan dos versiones del mismo documental, una más larga para su estreno en cine y otra más corta para su emisión en TV.
Cortometraje o mediometraje de ficción
Lo único que diferencia un cortometraje o mediometraje de un largometraje es la duración. Los cortometrajes son producciones audiovisuales que duran entre 5 y 30 minutos. Aunque no está predeterminado qué metraje tienen que tener para caer en una categoría u otra, los festivales que acogen estas producciones suelen marcar estos límites.
El cortometraje cumple un importante papel en el cine. Es un género muy propicio para estudiantes de cine, guionistas o cineastas noveles dado que requiere menos presupuesto y medios de producción. Al no estar destinado a la competición comercial, es un formato que permite más libertad creativa y experimentación técnica y estética. Los cortometrajes también sirven a técnicos y actores para iniciarse y dar a conocer su talento. Aquí os dejo un ejemplo mío, ¿Quién puede matar a un perro?
Siguiendo con lo anterior, el mediometraje es la producción audiovisual que tiene una duración de entre 30 y 60 minutos. Aunque no son muy habituales, es el formato que por ejemplo eligió Pedro Almodóvar en Extraña forma de vida.
Cortometraje o mediometraje documental
Los mismos criterios de duración se aplican al género documental. La elección de un formato u otro viene condicionada en este caso por las necesidades de la historia que se quiere contar y por los medios con que se cuente.
Serie de ficción
Las series de ficción son producciones audiovisuales rodadas en cine y después en video, para su emisión en TV en episodios. La forma de emisión de las series puede ser semanal o diaria aunque hoy en día algunas plataformas de contenidos ponen a disposición de sus suscriptores las series completas desde el minuto mismo de su publicación, lo que ha dado lugar a una nueva forma de consumo de series, el fenómeno del «binge watching» o maratones de series.
Las series nacieron en la TV de los EEUU en los años sesenta, así que tienen ya una larga historia. En la jerga de la industria audiovisual, se conoce como serie procedimental la que se organiza en capítulos auto-conclusivos, aunque haya alguna trama que recorra toda la serie.
Vivimos una época de apogeo de la serie de TV que puede verse en TV abierto en TV de pago y en plataformas digitales. Para alimentar esta demanda, se producen en el mundo más de 5.000 series de ficción cada año, algunas de ellas de altísimo presupuesto y con talento y calidad cinematográfica. Los principales géneros de las series de ficción son el thriller (suspense, investigación policial), ciencia ficción y fantasía, drama, comedia y animación.
La serie de tira diaria, también llamada telenovela, es un formato de éxito que ha conquistado a la audiencia de TV en muchos países de todos los continentes. La exportación a todo el mundo de telenovelas latinoamericanas, turcas o coreanas bien lo prueba.
Anterior incluso a la clásica serie de ficción es un formato muy televisivo, la comedia de situación o sitcom, que es una producción audiovisual de corta duración rodada en estudio en torno a un grupo fijo de personales. Las sitcoms desarrollan tramas ligeras y pueden incluir risas enlatadas. El formato nació también en los EEUU en los años 50 con el gran éxito de I Love Lucy (Te quiero, Lucy o Yo amo a Lucy)
Programa de TV
Habréis oído hablar de los formatos televisivos. El formato de TV es el concepto de programa. Todo programa parte de una idea pero desarrollar un formato supone determinar duración, temas, escenografía e imagen, reglas, diseño de producción y realización del propio programa. Cuando se trata de formatos internacionales, el propietario marca las reglas y el estilo de producción y aunque el programa se produzca en países diferentes y se ajuste a la idiosincrasia local, las líneas generales antes citadas se respetan en todas las adaptaciones que se hagan
Diferente concepto es el género del programa, que es mucho más amplio, puede ser entretenimiento, informativo, etc.
Los formatos televisivos son muchos y variados y están constantemente en evolución para adaptarse a la demanda y los gustos de la audiencia. Veamos solo algunos formatos de entretenimiento que son todavía, junto con los informativos, los pilares de la TV abierta:
1. Reality Show o programa de telerealidad
Es un programa no guionizado que consiste en situar a un grupo de personas desconocidas en una situación o entorno real para que interactúen entre ellos mientras desarrollan tareas, ya sean de la vida cotidiana o de aventura. Por lo general se pretende resaltar los aspectos dramáticos, competitivos o amorosos que surgen de las relaciones entre los participantes.
2. Talent Show o concurso de talentos
Es una variedad del reality show en el que los participantes deben mostrar su talento en cualquier actividad y competir entre ellos. Los concursantes son seleccionados mediante un exhaustivo casting. Muchos artistas han saltado a la fama a través de este tipo de programas, en los que a veces el público -bien en estudio, bien desde sus casas, participa con su aprobación o voto.
3. Quiz Show, Game Show o Concurso
Existen cientos de formatos de concurso de TV, algunos de ellos con años de historia a sus espaldas. Véase el ejemplo de Saber y Ganar, con más de 25 años en antena. Su simplicidad es en muchos casos, la clave de su éxito. Los espectadores desde sus hogares se ponen a prueba cada día y tratar de responder las preguntas al tiempo que los concursantes.
4. Magacín o programa de variedades
Hemos españolizado la palabra inglesa Magazine para este formato clásico de la TV. En realidad, es un formato contenedor que completa sus horas de programación con diferentes secciones. En este tipo de programa de TV cabe todo, entrevistas, actuaciones musicales, humor, cocina, etc.
Spot publicitario
Si el programa de TV es la cara de una moneda, el spot publicitario es la cruz de la misma. Un medio masivo de comunicación como es la TV tenía que ser el medio ideal para que los mensajes publicitarios impactaran en 30» a una audiencia enorme. Desde la emisión del primer spot publicitario en los EEUU de 1941 hasta ahora ha llovido mucho. Con el aterrizaje de los medios digitales, la fragmentación y la dispersión de la audiencia es un hecho con el que las cadenas tienen que lidiar cada día.
Un anuncio de televisión es una producción audiovisual corta, de entre 10 y 60 segundos que tiene como objetivo inducir a la compra de un producto o servicio; para ello recurre a los recursos audiovisuales disponibles para que los espectadores (y potenciales consumidores) nos quedemos embobados. Ha habido piezas publicitarias memorables a lo largo de la historia. Yo soy un gran fan de la publicidad, que a veces es mejor que la programación que interrumpe.
Más allá de esta boutade, hay grandes spots publicitarios, algunos de ellos dirigidos por afamados directores de cine. En otras ocasiones, es el especialista publicitario el que hace el recorrido inverso de la publicidad al cine. No os perdáis las creaciones de Roy Andersson.
Videoclip
Conforme las industrias culturales crecen y los gustos de los consumidores cambian, así lo hacen las producciones audiovisuales que vienen a cubrir nuevas necesidades.
Es el caso del videoclip, que es una producción audiovisual que acompaña al lanzamiento de una canción o tema musical. Lo que nació como una pieza audiovisual de carácter promocional del artista y de su obra, ha adquirido entidad propia y se ha hecho fuerte en el ecosistema digital.
Merece la pena conocer la historia del Videoclip y seguir su evolución para darse cuenta de cómo esta producción audiovisual musical se ha convertido hoy en la reina de YouTube y forma parte fundamental de la estrategia de marketing de cualquier creador.
El videoclip musical es un formato breve, joven y dinámico que permite formas creativas innovadoras, lo que lo hace muy efectivo para llegar al público objetivo al que se dirige. Aquí os dejo uno de mis ejemplos, Sabotage by Nat.
Fashion film
Conforme nos adentramos en el mundo de la producción audiovisual publicitaria, nos encontramos con otros formatos que han adquirido vida propia y que los anunciantes eligen como medio de comunicación con sus seguidores o clientes. El fashion film o película de moda, es uno de ellos.
Se trata de una pieza promocional en forma de breve cortometraje que cuenta una historia y que sirve de excusa para transmitir los valores de una marca o producto. A Therapy de Roman Polanski en su viaje publicitario para Prada es una pequeña maravilla.
Muchos directores y estrellas han hecho sus pinitos en el fashion film y nos han regalado producciones sorprendentes llenas de magia, movimiento y fantasía. Aquí os dejo uno creado por mí para la marca de joyería y complementos Avenio, El Bosque Mágico.
Video corporativo
Llamamos video corporativo a esa producción audiovisual que una empresa o grupo contrata para mostrar al público su historia, su visión, su trayectoria, su equipo humano, sus propuestas de valor o su cambio de imagen. Es una pieza audiovisual diseñada para comunicar y generar confianza en el público y construir imagen de marca. Son formatos de una gran efectividad.
Al igual que los fashion film o los spots publicitarios, el fin último que mueve a la producción de estas obras audiovisuales es comercial, conectar profesional y sobre todo, emocionalmente con el cliente o potencial cliente. El storytelling y los estilos de cada pieza serán diferentes en función de qué tipo de marca, empresa o producto se trate, del mensaje y del destinatario.
Making-of
El making-of o así se hizo es una producción audiovisual que cuenta el proceso de creación de una obra, evento o sesión fotográfica. Sirve a dos objetivos, en primer lugar para documentar la puesta en marcha y grabación de un proyecto con participación de los equipos técnicos y creativos y en segundo lugar se planifica de tal forma que sirva como elemento promocional de la propia obra, evento o sesión y para que forme parte del plan de marketing desde su misma concepción. Aquí os dejo un ejemplo mío, en este caso, el making-of del video clip de 936 No me distraigas.
Tráiler o videopromo
Cualquier obra audiovisual que se produzca para salir al mercado, ya sea de TV o cine, va acompañada de un plan de marketing que, sí o sí, incluye además de sus correspondientes dosieres de prensa y sus fotografías de rodaje, fotos de posado o entrevistas, un esquema de teasers y tráileres que el equipo de marketing van lanzando de acuerdo al plan establecido.
El tráiler es una producción audiovisual corta (entre 1 y 3 minutos) que se hace para mostrar un avance, resumen o preview de una obra y que va dirigido tanto a la prensa y crítica como al público potencial de la misma con el objetivo de abrir boca, generar expectativas y «calentar el mercado». Formalmente, el tráiler lleva un trabajo importante de selección y montaje de imágenes para que el resultado sea impactante y anime a su consumo.
Aunque ambas son herramientas de marketing audiovisual, la diferencia entre un tráiler y un teaser es que el primero constituye una sinopsis montada y cerrada de la obra y el segundo es, bien un fragmento de la misma sin montaje, bien una sucesión de imágenes de la obra pero sin argumento y sin sentido cerrado, como dejar a los espectadores que se asomen por un momento a una ventana.
Yo soy super fan de las dos opciones, cada una en su momento del plan promocional.
Videobook y videocurriculum
Para terminar, le dedico un apartado a estas formas de presentación de uno mismo. No dejan de ser pequeñas producciones audiovisuales que hay que cuidar sobremanera pues son al fin y al cabo la mejor tarjeta de presentación que se pueda tener.
En un videobook, los actores presentan una selección de secuencias, trabajos de interpretación, interlocución y movimientos en escena que facilita la labor de los directores de casting.
El videocurriculum es una presentación personal en video donde el «protagonista» cuenta ante una cámara quién es, cuál es su trayectoria y experiencia profesional y cuáles son sus intereses y expectativas. Cuando más cuidado y mejor hecho esté, mejor imagen estará dando esa persona. Así de simple.
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