Mi película recomendada de hoy es el anime japonés El Cuento de la Princesa Kaguya (2013) de Isao Takahata. Se trata de una de las últimas maravillas del afamado estudio de animación japonés “Ghibli”, del cual el propio Isao es cofundador junto a Hayao Miyazaki. Os dejo mi crítica de El Cuento de la Princesa Kaguya a continuación.

Isao Takahata tiene una filmografía mucho menos extensa y galardonada que Miyazaki, pero a mi parecer, es un gran creador con voz propia y como tal nos ha dejado obras maestras como La Tumba de las Luciérnagas (1988) y Recuerdos del ayer (1991).

Su último largometraje salió el mismo año que El viento se levanta, que hasta hace relativamente poco iba a ser la última película de Miyazaki. Si os interesa profundizar en la obra de Miyazaki, aquí os dejo mi crítica de El chico y la Garza del maestro japonés.

Isao Takahata recupera en El Cuento de la Princesa Kaguya el folklore japonés, el mito y la leyenda que rodea la cultura de su país. Una niña nace del interior de un bambú y crece a un ritmo acelerado. Es increíblemente inteligente, siente una gran fascinación por el mundo y más pronto que tarde se encuentra preparándose para ser una princesa.

El estilo de animación impresionista es uno de los más radicales y únicos del estudio. La luz y el color son de una belleza arrebatadora. No me quito de la cabeza la impresionante escena de esta película en la que la Princesa Kaguya sale corriendo del palacio.

Quizá por ser una propuesta más arriesgada y alejada de la tendencia marcada por el cine de Miyazaki, a El cuento de la Princesa Kaguya no le fue demasiado bien en la taquilla, y eso que fue película nominada al Óscar a la mejor película de animación.

Creo que hoy en día es una obra para reivindicar y a ello me aplico. Espero que estéis de acuerdo conmigo.

Aquí os dejo el tráiler