El cine de terror japonés ha sabido distinguirse desde sus inicios. El aislamiento con el resto del mundo hizo que desarrollase sus tradiciones sin influencias de otras culturas y que sus referentes cinematográficos partiesen de su inabarcable folclore y la estilizada pintura tradicional. Desde películas mudas como Una Página de Locura (Kurutta ippêji, 1926) de Teinosuke Kinugasa hasta la obra de cineastas como Kaneto Shindō, director de Onibaba (1964) y Kuroneko (1968), el género ha estado enfocado en fantasmas en busca de venganza, monstruos radiactivos y demonios del periodo Edo y Meiji.
A medida que Japón abrió sus puertas al mundo, estas señas de identidad se actualizaron. Cineastas como Hideo Nakata o Kiyoshi Kurosawa, director de la imprescindible Kairo (2001), acercaron el género a las nuevas tecnologías, a la imagen digital granulada e internet. Desde entonces, muchos cineastas han seguido sus pasos y hoy el género sigue igual de vivo que el siglo pasado.
Psychology Counselor (Japón, 2021) es un cortometraje de 42 minutos, escrito y dirigido por Zenzo Sakai en su debut como director. En él, Mami (Mutsumi Suzuki), una psicoterapeuta, recibe a una misteriosa mujer, Akemi (Maki Nishiyama), el último día antes de su baja por maternidad. Akemi relata a Mami una historia de infidelidad, culpa y presencias paranormales que termina haciendo dudar a Mami sobre su propia realidad.
El guion hereda el “terror psicológico” que puso de moda la llamada J-Horror Wave: imaginario clásico japonés, atmósfera opresiva y terror sobrenatural. El montaje estructura la narración en torno a la conversación entre ambas mujeres, incluyendo flashbacks que narran el pasado de Akemi y entremezclado las vivencias de ambos personajes. El resultado es ambiguo y deliberadamente incómodo, haciendo del sonido su principal arma. Prolonga los silencios, encadena pasado y presente (haciéndolos dialogar entre sí) y anticipa, retrasa y entremezcla acciones de manera muy precisa. Este dispositivo funciona a pesar de tener un apartado visual descuidado. El uso minimalista de la luz y el fuera de campo están usados con sabiduría, pero su impreciso manejo de cámara le resta valor al conjunto.
Detrás de su historia, Psychology Counselor abre un silencioso debate. El auge del J-Horror popularizó la imagen del fantasma de pelo largo y negro, con conductas vengativas y violentas, pero la realidad es que, desde la antigüedad, se ha tendido a feminizar al espectro japonés. Los mismos relatos que posteriormente fueron adaptados al cine narraban como estos fantasmas buscaban compensar los horrores que, por el simple hecho de ser mujeres, habían sufrido en vida.
Psychology Counselor pone en escena a dos mujeres cuyas vivencias están condicionadas por su género. Una trabajadora embarazada y una mujer, de pasado incierto, que dice ser una ama de casa infiel atormentada por fantasmas. El director humaniza a sus personajes femeninos en un género que tiende a demonizarlos, respondiendo a las convenciones de un género que, gracias a cineastas como Zenzo Sakai, todavía tiene mucho que decir.
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