Trilogía Before. Revisión del Cine Romántico
La Trilogía Before de Richard Linklater —Before Sunrise (1995), Before Sunset (2004) y Before Midnight (2013)— es una de las más singulares del cine contemporáneo por el tratamiento costumbrista y experimental en su narrativa. Podría decirse que la Trilogía Before es la versión moderna del cine romántico.
La trilogía Before: Antes del Amanecer, Antes del Anochecer y Antes de la Medianoche revisa en lo formal y en lo temporal las convenciones del cine romántico clásico, al tiempo que dialoga con la tradición filosófica europea y el Cine de Autor. A continuación, presento un análisis detallado desde una perspectiva cinematográfica, estética y temática.
1. Las películas de Richard Linklater sobre el amor y el paso del tiempo
La Trilogía Before es una obra maestra de la construcción de personajes a través del tiempo, del uso del lenguaje como motor dramático y de la observación íntima del amor en sus distintas fases. Richard Linklater redefine el cine romántico no a través de la estilización o la sorpresa, sino mediante la honestidad, el paso del tiempo y el poder de la conversación. Tres factores clave en la filmografía del cineasta norteamericano.
Es también una reflexión meta-cinematográfica: los personajes envejecen, pero también lo hace el espectador, que se reconoce en ellos. Jesse y Céline no son solo personajes: somos todos nosotros con nuestras experiencias, nuestras relaciones, aspiraciones y desilusiones. Un planteamiento no tan alejado del Cine Experimental.
1.1. Antes del Amanecer (1995): Crónica sobre el Tiempo
Richard Linklater construyó un drama romántico con toques de cine de autor en base a una premisa simple. Un chico americano (Jesse) y una chica francesa (Céline) se conocen en el tren de camino a Viena y deciden pasar juntos una noche caminando y conversando por la ciudad austriaca. Los personajes son jóvenes que se se conocen a través del diálogo y que se idealizan en esas pocas horas que pasan juntos.
El estilo que adopta Linklater para esta historia se basa en largos planos secuencia y montaje fluido con el objetivo de crear la sensación de una experiencia continua. La Cámara está en movimiento constante: una Steadicam suave que acompaña a los personajes mientras caminan, con gran atención al ritmo natural del diálogo. La Luz natural y una fotografía cálida refuerzan el tono romántico e idealista de la cinta. El amanecer es tanto literal como simbólico. Los personajes se mueven por escenarios abiertos que fluyen de manera natural, como si en verdad fueran paseando sin rumbo fijo. Viena funciona como una tercera protagonista, nunca impuesta sino descubierta a través de la pareja.
El único conflicto de la película es el tiempo. El tiempo que les queda a los protagonistas antes de separarse y continuar con sus respectivos viajes. La secuencia final, después de su despedida en el tren (con una promesa de encontrarse en la ciudad meses después) realiza un guiño al Eclipse de Antonioni. La cámara recorre los lugares por los que Jesse y Celine han paseado por la noche, ahora de día. La magia desaparece con los primeros rayos de luz.
1.2. Antes del Atardecer (2004): Desencanto y Madurez
Nueve años después, Jesse y Céline se reencuentran en París durante unas horas antes de que él tome un avión de vuelta a Estados Unidos. Ambos han cambiado, están comprometidos con otras personas, pero la conexión que establecieron en Viena permanece. Esta nueva película de Richard Linklater trata de la vida no vivida y de las decisiones alternativas. Vuelve a revisar el paso del tiempo pero desde la perspectiva madura que da el envejecimiento.
La película transcurre exactamente en los 80 minutos que dura el film. El director usa el tiempo real con diálogos rodados sin cortes evidentes; nuevamente predomina el plano secuencia, especialmente en las escenas en movimiento. Esto refuerza la naturalidad y la tensión entre los personajes, en un ejercicio de estilo puramente Rohmeriano, de tradición francesa, parisina incluso. Los colores son más apagados que en su predecesora y la fotografía es otoñal: París ya no es ciudad de ensueño sino un fondo grisáceo y melancólico que acompaña las emociones de sus carismáticos protagonistas. Richard Linklater introduce espacios cerrados al final: la cámara se detiene junto con los personajes, marcando el inicio del compromiso emocional.
Su escena final en el apartamento de Celine es ya historia del cine.
1.3. Antes de la Medianoche (2013): La Verdad y el Desgaste
Jesse y Céline son ahora pareja y padres de dos hijos. Volvemos a encontrarnos con ellos durante unas vacaciones en Grecia. Por primera vez los vemos convivir como pareja establecida. Su amor se enfrenta cada día a las rutinas, a los reproches y a la necesidad de elección constante. Se genera el enfrentamiento entre la identidad individual y la vida en pareja pero llegan a un entendimiento de forma voluntaria y consciente.
Linklater amplía su radio de acción y despliega una composición más coral. Aparecen nuevos personajes que introducen ideas filosóficas y generacionales sobre el amor, para que el espectador analice y reflexione. En esta nueva historia se percibe un mayor uso del plano fijo: refleja la estabilidad de la vida conyugal, pero también intensifica la tensión de los diálogos. La escena central de la película se desarrolla en la habitación de un hotel: más de 30 minutos de conversación y pelea. El montaje se reduce al mínimo. La cámara observa, juzga y escucha mientras que la luz crepuscular marca la decadencia de la pasión romántica, sin caer en el cinismo. De nuevo, el cine francés (Rohmer, principalmente) domina las referencias con El Rayo Verde.
2. Análisis estético y narrativo de la Trilogía Before
2.1. El tiempo como estructura formal y filosófica
Linklater propone un cine en tiempo real y también a través del tiempo real: los actores envejecen junto a sus personajes, y la evolución no se representa, se vive. Esto refleja también su madurez como cineasta, la evolución formal de su propio cine. Y también la maduración interpretativa de sus actores, quienes se convierten en guionistas de las películas por la experiencia que tienen con los personajes.
La trilogía trabaja con el tiempo cinematográfico lineal, opuesto a las estructuras narrativas convencionales del cine romántico. 3 días repartidos en 27 años. Un ejercicio temporal y cinematográfico que Linklater ya desarrollaría en su película Boyhood, rodando cada año un episodio de la vida de su protagonista, durante 12 años.
2.2. Trilogía Before: Predominio del diálogo
A diferencia del cine clásico, donde la acción define a los personajes, aquí son sus palabras, recuerdos, ideas y silencios los que componen el tejido dramático.
Un cine de prosa heredado de los proverbios y cuentos de Rohmer, pero también del teatro, de la literatura y del cine de autor europeo. Hay destellos de Ingmar Bergman en las reflexiones sobre la vida en pareja y su deterioro. Linklater cita incluso a Krzysztof Kieślowski, cuyo cine es difícilmente relacionable.
2.3. Minimalismo formal
La estética adoptada por Linklater para su Trilogía Before es depurada: sin música extradiegética, sin grandes giros dramáticos y sin montaje acelerado. El realismo de estas historias se construye a partir de la invisibilidad de la forma: cuanto más fluida y natural parece la cámara, más controlada está. Así predominan espacios y luces naturales, un registro interpretativo naturalista y ningún alarde estético.
2.4. Revisión del género romántico al estilo Linklater
El primer film funciona como una fantasía romántica idealizada. La cita y noche perfectas que finaliza con una promesa de reencuentro. El segundo se instala en el realismo melancólico, con toda la amargura de una decepción pero también todo el romanticismo de un reencuentro no planeado. El tercero es un drama de pareja, en el que la discusión domina el relato y las esperanzas de un futuro pacífico parecen improbables. Pero su fabulosa escena final, a modo de puntos suspensivos, dejan espacio para soñar.
La trilogía actúa como una desmitificación progresiva del amor cinematográfico, pero sin abandonar del todo la esperanza.
Esta trilogía no solo ha inspirado a la propia película Boyhood. También a otras obras de ficción. Normal People (novela y serie) está claramente influenciada por la trilogía de Linklater. La serie española Los Años Nuevos también recoge muchos elementos de estas películas, incluyendo recursos formales como el diálogo y el plano secuencia.
Para los fans del director, tenéis la más reciente y excelente Hit Man: Asesino por casualidad.
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