Crítica de «I Saw The TV Glow» de Jane Schoenbrun
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Para los amantes del cine de terror, recientemente ha llegado a Video Bajo Demanda la nueva película de Jane Schoenbrun, I Saw The TV Glow (2024), que fue estrenada en el Festival de Sundance. Aquí os dejo mi crítica.
Jane Schoenbrun, cineasta nacida en 1986, debutó en el largometraje con el documental A Self-induced Hallucination(2018), aunque su salto a la fama llegó con su largometraje de ficción We’re all going to the World’s Fair. Los dos títulos están enfocados, aunque de distinta manera, en el mundo de internet. Concretamente la segunda, explora la soledad y lo inquietante de la Deep Web, a través de una estética heredera del «creepypasta» y de películas de terror de bajo presupuesto. El resultado, aunque cercano al terror por las formas, se alejaba del género y se adentraba en el drama existencial, con elementos surrealistas.
I Saw The TV Glow recoge el testigo de We’re all going to the World’s Fair y lleva su legado a nuevas dimensiones. La película sigue a dos marginados adolescentes (Justice Smith y Brigette Lundy-Paine) que se unen por su amor compartido por un bizarro programa de televisión. Cuando ven The Pink Opaque, el límite entre la televisión y la realidad parece desdibujarse, y los problemas que les rodean en su vida cotidiana parecen importar un poco menos. El programa funciona como una ventana a ser su auténtico yo.
La película desarrolla en clave metafórica la disforia del sexo. Esto nunca se menciona explícitamente en I Saw The TV Glow, pero las pistas para encauzar su discurso hacia esa meta son evidentes. Se trata de los peligros y horrores de vivir detrás de una fachada, de negar tu verdadera identidad. Tu vida no es tuya; Los recuerdos que pensabas que eran felices y normales ahora te parecen falsos, como si no te pertenecieran. Como si fueras el espectador de tu propia vida. Así, la película funciona también como una advertencia sobre lo que sucede cuando reprimes todo eso durante demasiado tiempo, hasta que es demasiado tarde para hacer algo al respecto.
Esta es solo una de las posibles lecturas de la película. Podríamos hablar también de cómo los medios, la ficción televisada, nos cambian y nos moldean.
¿Y cómo lo muestra? Mediante las formas, que es donde reside el mayor interés cinematográfico de I Saw The TV Glow. Si We’re all going to the World’s Fair marcó las bases estéticas de la Generación Z y los «Creepypastas«, I Saw The TV Glow explota como un cruce entre la fantasía retro y surrealista de David Lynch, la devoción por la TV y el cuerpo humano de Videodrome (1983), de David Cronenberg, y el cine posmoderno de A24.
Todo en la puesta en escena rezuma personalidad. Desde la paleta de colores hasta la selección musical. Desde la escala de planos hasta los cambios de formato. Una simple decisión de casting, la de Justice Smith encarnando al personaje en muy distintos momentos de su vida, es absolutamente radical y magistral.
Un coming of age realmente original, radical y atrevido.
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