Crítica de «Un condenado a muerte se ha escapado» de R. Bresson
Robert Bresson (Francia, 1901 – 1999) es uno de los directores más importantes de la historia del cine. No lo digo solo yo, ni los miles de críticos e historiadores del mundo, sino los propios creadores que le siguieron. Por eso quiero dedicar mi crítica a la película recomendada de la semana a Un condenado a muerte se ha escapado de R. Bresson.
Su estilo es tan influente en generaciones posteriores que ha definido la carrera de muchos cineastas de todo el mundo. Podemos encontrar a Bresson en el cine de Paul Schrader, Michael Haneke o Chantal Akerman, por citar tres autores completamente diferentes.
El sello Bresson se caracteriza por la austeridad, la frialdad y la repetición de su puesta en escena. Es tan radical en sus formas que su cine es inconfundible, ya sea en una película de los 50 como de los 80. Y es que, aunque haya tantos directores y directoras que recuerden al maestro francés, ninguno ha sido capaz de imitarle a la perfección.
Podemos decir que el único que sabía hacer un Bresson era el propio Bresson, quien fue perfeccionando su lenguaje a lo largo de tres décadas hasta El Dinero (1983), su última película.
Si El Dinero fue el punto más alto de su carrera, la película que sirve de manifiesto estético y memoria formal de su cine no es otra que Un condenado a muerte se ha escapado (1956). Cuenta la historia de Fontaine, un joven de 27 años miembro de la Resistencia francesa, que cae en manos de la Gestapo por luchar contra la ocupación nazi.
En la oscuridad y silencio de su celda, Fontaine empieza a planear su fuga de la manera más precisa e introspectiva que se ha visto jamás en una obra de ficción.
Bresson se apoya en recursos tan escasos como la voz en off (intencionalmente robótica, al recurrir a actores no profesionales), el espacio liminal (apoyado por el claroscuro), la repetición (tanto gestual como cinematográfica) y la ausencia de palabras. Con todo ello, logra hacer más evidente cada gesto del protagonista.
La elegancia y sencillez, que no simpleza, de su puesta en escena es tan precisa, tan dura y tan única que no es de extrañar que nadie, en más de 70 años, haya sido capaz de replicarla.
Os dejo con el tráiler de este magnífico film Un condenado a muerte se ha escapado
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