Premios Goya 2024
Se avecina la XXXVIII edición de los Premios Goya, celebrados cada año desde 1987, con la finalidad de premiar a los mejores profesionales en cada una de las distintas disciplinas del cine español. O al menos esa es la teoría. En la práctica, como todos los premios de la Academia (sea del país que sea), se rigen más por política y marketing que por el propio arte. Así ha sido durante años y, muy probablemente, vuelva a ocurrir en 2024.
Repasemos las películas nominadas. Pero antes, las no nominadas.
Echo en falta mayor reconocimiento para dos títulos pertenecientes a la ola de cine rural femenino, en la que también encajaría Los Pequeños Amores de Celia Rico. El primero es Els Encantats, tercer largometraje de Elena Trapé protagonizada por Laia Costa. No es ninguna sorpresa, ya que el resto de su filmografía también ha sido ignorada por la Academia, pero se trata de una de mis películas favoritas del año. El segundo es Las Chicas están Bien, debut en la dirección de Itsaso Arana, que solo ha optado a Mejor Dirección Novel. Más allá de su naturaleza ensayística y encantadora atmósfera, todos quienes la hemos visto reconocemos el poderío de sus interpretaciones. Todas, sin excepción, merecían una nominación.
Otro título injustamente ignorado, por las circunstancias de su estreno y distribución, fue Asedio de Miguel Ángel Vivas. Siendo una película funcional únicamente en la superficie, ya que no desarrolla ni indaga en sus propias ideas, tiene un buen puñado de virtudes a tener en consideración. Su dirección de fotografía y virtuoso manejo de cámara. El subjetivo y sobrecogedor diseño sonoro. Su actriz protagonista, Natalia de Molina, quien se deja la piel en una interpretación exigente y muy física. Es una pena que esté tan alejada del gusto de los académicos, que demuestran su conservadurismo.
En el ámbito documental, propuestas tan originales como Samsara de Lois Patiño tampoco han pasado el corte académico, aunque no hay sorpresa con esta exclusión. El cine experimental muy rara vez tiene cabida en estos premios, aunque Samsara haya llegado a más espectadores de lo habitual.
Es sorprendente que una propuesta tan especial como Creatura, de Elena Martín Gimeno, tampoco haya logrado mucha visibilidad en esta edición. Narrada desde la perspectiva y experiencia femenina, la directora, guionista y actriz examina el deseo desde la infancia hasta la adultez. Una obra valiente en su discurso, estructuralmente muy rica, injustamente expulsada de las categorías de Mejor Guion Original y Mejor Película. También es una pena que el trabajo interpretativo de Elena no sea merecedor de una nominación a Mejor Actriz. Clara Segura y Álex Brendemühl han optado a Mejor Actriz y Mejor Actor de reparto respectivamente, pero dejan ver el poco entusiasmo de los académicos hacia esta importante película.
Uno de los grandes títulos del año ha sido 20.000 Especies de Abejas, de Estibaliz Urresola Solaguren, con 15 nominaciones. En mi opinión, demasiadas. Su inclusión en categorías como Maquillaje y Peluquería, Diseño de vestuario o incluso Mejores Efectos Especiales deja fuera a otras posibles candidatas más oportunas. También, merece la pena criticar la decisión de la academia de dejar fuera a los menores de 16 años. Así, Sofía Otero, protagonista de la película, no puede optar al premio de Mejor Actriz. Patricia López Arnaiz (protagonista de Nina) y varias de sus compañeras de reparto, en cambio, dominan las nominaciones. Sobre la película, se puede criticar mucho y alabar todavía más. Una obra que viene en son de paz, de las que tampoco abundan. Sería una bonita ganadora.
Lo mismo digo de Saben Aquell de David Trueba. El biopic de Eugenio Jofra que se aleja de la estructura clásica y convencionalismos del género. Película encantadora y dinámica de la mano de un director muy querido por la Academia. Personalmente, no creo que gane Mejor Película, pero sí veo posibilidades en las categorías de Guion Adaptado, Mejor Actor para David Verdaguer y Mejor Actriz para Carolina Yuste. Por desgracia, no puedo decir lo mismo para Un Amor de Isabel Coixet. Aunque la película sea de mi agrado y Laia Costa hace una interpretación más que digna de ganar, apostaría que se irá de vacío el próximo 10 de febrero.
La que creo que no se irá de vacío es la candidata al Oscar a Mejor Película Internacional, La Sociedad de la Nieve, de J.A. Bayona. La nueva producción del afamado director catalán es la favorita para triunfar esa noche. Película, director, fotografía, diseño de producción, montaje y un largo etcétera. La película no es de mi agrado, ya que me parece narrativamente muy pobre y desprovista de un potente lenguaje cinematográfico. Vería bien que ganara Efectos Especiales o Maquillaje y Peluquería, pero veo improbable que se quede en un par de galardones. Ojalá me equivoque y no gane Mejor Película.
La que, en mi opinión, debería ganar todos los premios, incluyendo Mejor Película, es la nueva obra maestra de Víctor Erice. Cerrar los Ojos es la película española más importante del año, no por sus nominaciones a los Oscar, sino por su relevancia cultural e histórica. Qué menos que premiar a uno de los cineastas vivos más influyentes de nuestro país con una película tan especial como esta. Aunque nada apunte a que así vaya a suceder, hay que tener fe en que la Academia recompense el esfuerzo de Víctor Erice por abrirse en canal y traer una nueva película al mundo. Y no solo hablo de Mejor Película y Mejor Director. Sería la justa ganadora de otras muchas candidaturas. Mejor Actor para Manolo Solo. Mejor Actor de Reparto para José Coronado. Y un largo etcétera.
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